Uno de los emblemas más emotivos de la Navidad son los belenes, visita obligada en los casos en los que se abren al público, y que en Badajoz están repartidos por la ciudad y pedanías, 19 en total, a los que hay que sumar, 12 belenes vivientes.

El punto de partida para recorrer los Nacimientos que se exhiben estos días en la capital es sin duda la exposición de dioaramas y el belén monumental instalados en el Museo de la Ciudad Luis de Morales y realizados por la Asociación de Belenistas de Badajoz --hasta el 6 de enero--.

Más de una veintena de dioramas, doce realizados por la Asociación de Belenistas de Badajoz y el resto procedentes de Jerez de la Frontera, conforman esta muestra que reproduce estampas navideñas como el Misterio, la Adoración de los Reyes, la Anunciación, el taller de Nazaret o la Huída a Egipto.

Sorprenden los dioramas y el belén por sus acabados y los detalles, pero lo que se esconde detrás de este preciosismo "es un gran trabajo que se realiza a mano durante todo el año", explica Diego Cachero, presidente de la Asociación de Belenistas, un colectivo creado en 2002 con el firme objetivo de defender "la tradición de los belenes de toda la vida para que no se pierda".

Cachero recuerda que los dos primeros años cuando la asociación decidió embarcarse en esta aventura, "se alquilaron los dioramas". Ahora, ya tienen doce hechos por los miembros de la asociación y sirva como ejemplo de este interés que "en Cádiz, donde hay una gran afición a los dioramas, tienen 2 ó 3". Y otro dato que avala el interés que despiertan estas estampas es el de las visitas: 23.000 personas han visitado la exposición en los últimos años.

Para aprender a confeccionar los dioramas y los belenes la asociación organiza cursillos, "este año lo hemos hecho en San José. Han ido 21 personas y todas han hecho sus portalitos de forma artesanal porque eso es lo que cuenta", añade Cachero.

En el caso del belén monumental el proceso es también largo --empiezan en octubre-- y requiere habilidad y paciencia. Primero se hace una estructura y un boceto y con materiales como porespan y yeso, se construyen las casas, vigas, suelos, cuevas...luego hay que pintarlo bien con tres manos de pintura y veladuras, "para que el efecto sea auténtico". Sobre el boceto que se ha hecho previamente se marca la disposición de las figuras. El que está expuesto en el Luis de Morales tiene 60 esculturas. Las figuras tienen 28 centímetros. Y llama la atención la perspectiva del belén, situado en un paisaje nevado que se puede ver desde un granero, como si el espectador fuera un gigante que asoma sus ojos por encima del tejado. Es un efecto sorprendente, "lo hemos hecho así porque es un belén cerrado y sobre todo para que esté al alcance de los niños", y más aún cuando se ponen en marcha los efectos especiales: cascadas de agua de verdad que han requirido un tratamiento antihumedad, efectos de sonido y luces que distinguen el amanecer y una tormenta con

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