Hace dos días se podía observar cómo por el aliviadero de la nueva estación de bombeo construida por la Confederación Hidrográfica del Guadiana junto al Rivillas, a la altura del puente de la Ronda Norte, salía agua que iba directamente al arroyo. Estos vertidos son aguas fecales de San Roque que debían llegar hasta la depuradora del azud, pero debido a las abundantes lluvias caídas los últimos días en este punto van a parar al cauce. Según testigos consultados por este diario, ocurre a menudo y no solo cada vez que llueve, sino que este verano también ha habido vertidos muchos días.

Desde la Confederación se considera que esta situación entra dentro de lo normal y se resta importancia al contenido de los vertidos porque, según ha declarado a este diario el director técnico de este organismo, José Martínez, las aguas fecales que llegan al cauce están diluidas con la lluvia. Martínez explica que "es normal" que por el aliviadero de esta estación de bombeo salgan vertidos porque precisamente "por eso son aliviaderos de crecidas". Martínez explica que, a pesar de que vierten "algo" de aguas residuales, su función está pensada para cuando los colectores, que están calculados para unos determinados caudales, no son capaces de absorber todo el agua que cae, porque entonces reventarían por las tapas de los pozos o saldrían por los desagües de las propias casas.

Martínez insiste en que estos vertidos por los aliviaderos se producen cuando hay lluvias muy fuertes, "el caudal se diluye con el resto de las aguas pluviales y no es perjudicial".

SOLUCIONES Según el director técnico de la CHG, debido a las fuertes precipitaciones en los colectores existentes no caben las aguas residuales y las pluviales, un problema que se solucionaría si en Badajoz hubiese una red "separativa", es decir, una conducción para el saneamiento y otra calculada para cuando lloviese; o bien con depósitos de retenciones, llamados tanques de tormentas, que son subterráneos, con una capacidad de hasta 100.000 metros cúbicos y que una vez que pasa el aguacero se vacían poco a poco. Otra alternativa sería una red única con colectores de mayores dimensiones. Cualquiera de estas soluciones requiere una importante inversión y "¿quién está dispuesto a invertirlo? , se pregunta José Martínez. Como la red es única, se mezclan ambas aguas y al haber un aumento considerable de las pluviales, no caben. Esto ocurrirá siempre que llueva más de lo normal.

Martínez reconoce que estos vertidos pueden darse en otros momentos en los que, aunque no llueva, se produzca alguna obstrucción en el colector. Apunta que no se producen solo en esta estación de bombeo y recuerda que ya ha sido denunciado en múltiples ocasiones el aliviadero del caño de la Cambota.