Entre los once bomberos que han entrado nuevos, hay dos hermanos, Carlos Javier y Jorge David Algaba Mangas, que a su vez tienen otro hermano mayor, Joaquín, que lleva ya 16 años trabajando en este servicio. Lo de apagar fuegos lo deben llevar en la sangre, pues su padre también fue bombero de Badajoz, se jubiló hace seis años, y ayer se hubiera sentido orgulloso de que buena parte de su estirpe siga sus pasos. "Es una satisfacción muy grande, me he emocionado porque me acordaba de mi padre", comentába Carlos Javier, para quien "lo de ser bombero nos viene de toda la vida". Carlos Javier ya trabajaba en el cuerpo como interino, pero para Jorge es la primera vez. Aunque se han dedicado a otros trabajos, tenían claro que querían ser bomberos y por eso desde hace tiempo "nos hemos dedicado a opositar hasta que lo hemos conseguido, que nos ha costado mucho". Y detrás de ellos, dicen, "vienen sobrinos con fuerza".