Esta ciudad está comenzando a seguir unos derroteros estéticos más que preocupantes. Hasta ahora, los únicos desafueros eran arquitectónicos. Algunos vergonzosos, como el rascacielos erecto de San Francisco. Lástima que entonces, por el franquismo, no hubiera asociaciones de amigos, ni plataformas, ni nada. Sólo ciudadanos satisfechos con el desarrollo. Pero es que ahora nos está dando por la estatuaria y, en los últimos meses, por la azulejería. ¡Vaya por Dios!

Badajoz tiene en su trama intramuros una cierta gracia urbanística, producto de varios momentos históricos. Aquí se dio más importancia a las calles que a las plazas, las glorietas o los paseos, que, en su mayor parte eran sólo producto casual del cruce de varias calles o se justificaban por las necesidades castrenses. Era preciso llegar rápido desde el centro a la periferia. Es decir, al recinto amurallado.

Pasó el tiempo, el ritmo vital cambió y eso se reflejó en el urbanismo. Y, más tarde, en el concepto del ornato público. Y, entonces, por mor de ciertos grupos de ultraconservadores estéticos --¿tiene que ver la estética con la ideología?-- se comenzaron a colocar monumentos y estatuas a esto y a lo otro en todo lugar disponible. En una población sin condiciones estatuarias, donde las plazas son pequeñas y cualquier iniciativa plástica carece de nicho ecológico adecuado. Cuesta encontrar emplazamientos adecuados.

Pero es que ahora todo se hace colocar figuras en los lugares más peregrinos. En eso, hay que reconocerlo, no somos tan originales. La imperial Mérida se está llenando de romanos cabezones, montados o a pie, dejando, como rasgo de modernidad y gusto, un abominable monumento a la Guardia Civil. Otra cosa se merecía la Benemérita.

La crisis económica tiene una ventaja. Falta dinero y los alcaldes dejan de delirar en bronce o piedra. Porque ustedes saben que no exagero. Badajoz está lleno de delirios. Del cuerpo inferior del chupa-chup tricéfalo, al ninot de Godoy . ¿Por qué no se crea una plataforma de entendidos e independientes para defender esta capital contra esos atentados de lesa estética?