EDAD 30 AÑOS

ESTUDIOS LICENCIADA EN PREHISTORIA Y ARQUEOLOGIA POR LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

TRAYECTORIA EN EL 2000 SE INCORPORO A TRABAJAR CON EL ARQUEOLOGO FERNANDO VALDES Y DESPUES SE CONVIRTIO EN SU SOCIA EN LA EMPRESA ALAMUT

Esther Sordo Romero ha conseguido introducirse en el difícil mundo de la arqueología, sobre todo en una ciudad como Badajoz, donde los arqueólogos tienen que hacer grandes esfuerzos para defender la historia del pasado en un presente y un futuro en el que pesan como losas la burocracia y los negocios de las constructoras. Ha tenido la suerte de participar en los trabajos de la antigua plaza de toros, en los yacimientos del hospital militar, en la ermita de Pajaritos, y en la rehabilitación de las denominadas Casas Mudéjares, en la plaza de San José, proyecto en el que trabaja en la actualidad.

--¿Tiene atractivo Badajoz para un arqueólogo?

--Sí, esto no es Mérida pero Badajoz tiene su historia debajo del suelo y desde que se excavó la alcazaba hace 30 años se está haciendo mucha labor de arqueología. Además, la alcazaba todavía tiene que dar muchas sorpresas y también otros puntos de la ciudad.

--¿Existe colaboración institucional para que puedan salir a la luz esas sorpresas?

-- Actualmente sí, cada vez hay menos trabas para que todo funcione de forma ágil, todas las autoridades están a favor de que haya una labor común entre constructoras, promotoras y arqueólogos, con el fin de que se consiga una buena labor.

--¿Qué tal se portan los constructores? ¿Demuestran sensibilidad por la arqueología

-- No siempre, porque si sale algún resto arqueológico nosotros modificamos su proyecto, pero intentamos encajar esos restos en su proyecto. Es complicado convencerles de la importancia que tiene reconstruir la historia de una ciudad, por eso intentamos implicar al arquitecto para que tenga conciencia de que su edificio también forma parte de la historia de Badajoz. Pero con el boom constructivo que hay en el casco antiguo, las empresas constructoras están incorporando a los arqueólogos, que son fundamentales a la hora de rehabilitar y de organizar las construcciones.

--¿Muestra algún interés por esto el ciudadano de a pie?

--Creo que le debería preocupar más, debería ser más consciente de lo poco o mucho que hay, a Badajoz le cuesta bastante reconocer el casco histórico de su ciudad, que no es tan llamativo como el de otras ciudades, pero está ahí. Aunque se ha visto el interés por parte de particulares y colectivos sociales para impulsar el interés y la concienciación. Creo que los pacenses deberían tener un poco más de curiosidad por su pasado, también por parte de las autoridades se podrían organizar más actividades para acercar a los ciudadanos a su casco antiguo y a su alcazaba.

--¿Qué finalidad te gustaría que tuviesen las Casas Mudéjares?

--He odio hablar de un museo mudéjar y también de una oficina de turismo, ambas son buenas opciones pero me parecería mejor que fuesen oficinas de turismo, esto haría que mucha gente subiese a esta zona de la ciudad.