Estudiar la comunicación fluvial en la Prehistoria y evaluar el ecosistema del río que atraviesa la baja Extremadura, el Guadiana. Son algunos de los objetivos que se han marcado Alejandro del Moral, educador ambiental de Caminos del Guadiana, y Maykol García, instrucción de supervivencia de Aborigen, al poner en marcha una actividad consistente en el descenso del río, que comenzó en las Lagunas de Ruidera, donde nace, para recorrer los 818 kilómetros del trazado del cauce, hasta su desembocadura entre Ayamonte y Vila Real de Santo Antonio, en el Atlántico.

Aventureros y estudiosos, han denominado su iniciativa 'Expedición Aborigen-Caminos del Guadiana'. Se trata de la primera vez que se realiza el descenso en embarcaciones de enea --planta común de las riberas-- y alma de caña, de 2,5 metros de eslora --longitud--, construidas por ellos mismos, para intentar demostrar que en la Prehistoria los los pobladores primitivos ya recorrían el río con embarcaciones, y poner en valor el patrimonio ecológico, histórico y cultural de los territorios de la cuenca

Así, partieron el pasado día 16 de las Lagunas de Ruidera y su parque natural, con la idea de entrar en el tramo medio, que comienza en la provincia de Badajoz por Villarta de los Montes, la semana próxima, y estudiar y superar los pantanos de la cuenca y sus riberas. Ahora se encuentran en el tramo alto, en la provincia de Ciudad de Real, según contó ayer a este diario Alejandro del Moral, quien destacó "la dificultad de hacer la ruta de los pantanos, que requiere hacer continuas salidas y entradas en el cauce".

La previsión es que alcancen el tramo urbano del río a su paso por Badajoz el 29 o el 30 de mayo, tras una etapa de descanso en Orellana, donde les han proporcionado alojamiento. Del Moral afirmó que la idea de ambos navegantes es "mantener un encuentro en colegios con escolares, para informarles sobre la expedición, las riquezas del río y la construcción de las embarcaciones de manera artesanal", y realizar algunas otras actividades, para lo que cuentan "con el apoyo de Air Dron View, que es de Badajoz y anos ayudan en los contactos".

Los expedicionarios estudian cómo en la Prehistoria fue "posible la conexión entre pueblos a través del río", además de analizar el estado y calidad del agua y la salud ambiental en general del cauce, el estado de la vegetación y la fauna y hacer inventarios y censos de colonias de ardéidas y cormoranes --aves--, y la localización de espacies invasoras.

La de ayer era la quinta etapa "y vamos a unos 20 o 30 kilómetros por día, lento, porque es un tramo con muchas interrupciones y tenemos que meter y sacar las embarcaciones", manifestó.