Expropiar los dos edificios que "invaden" la plaza de Reyes Católicos (en una de cuyas esquinas funciona una antigua tienda de recuerdos) y que impiden que la calle Prim tenga continuidad lineal en dirección a Puerta Palmas, como prevé el Plan General Municipal (PGM), costaría al Ayuntamiento de Badajoz 349.000 euros, una cantidad que se reduciría a 301.000 euros si no se demoliesen por completo sino que siguiese en pie una pequeña porción posterior siguiendo la alineación. La valoración de lo que cuesta esta expropiación se dio a conocer ayer en la Comisión de Urbanismo, que en su día acordó que los técnicos municipales la calculasen para tomar la decisión.

En la próxima reunión se tendrá que decidir si el ayuntamiento expropia, para lo cual tendría que habilitar fondos e iniciar el expediente o, por el contrario, se revisaría el PGM para no seguir adelante con esta opción, lo que supondría que se liberarían estos dos inmuebles y los propietarios tendrían plena disponibilidad.

Por otro lado, la comisión acordó de forma definitiva la modificación puntual del PGM para que en una parcela situada en la avenida del Guadiana, en el lateral de la clínica Badajoz Salud, se pueda poner en marcha un lavadero de coches con una "pequeña" tienda. El uso de este suelo es de transporte y se amplía para amparar el equipamiento comercial. A este respecto, Rodolfo quiso aclarar que no se contempla una estación de servicio, una posibilidad que se descartó porque el entorno es residencial.

También se aprobó la relación de propietarios y bienes y derechos afectados por el expediente de expropiación forzosa de 400 metros cuadrados situados junto al cortijo en ruinas que fue derribado en las traseras de la Biblioteca del Estado, cerca de la Torre de Caja Badajoz. Esta parcela se expropia porque ocupa parte de un vial, zona verde y suelo dotacional con uso socio-recreativo.