Carmen Miralles, madre de Giovanni, de 4 años, recibió ayer del director comercial de Seur, Eduardo Bazaga, un cheque por 4.236 euros procedentes de la recaudación de 31,18 toneladas de tapones de plástico, con el fin de ayudar a la familia para que pueda proporcionar al niño un bipedestador, una sillita de ruedas y una trona adaptada para que tenga una mejor calidad de vida, pues Giovanni no habla ni camina desde que nació.

El niño padece una anomalía cromosómica que le impide realizar algunas funciones básicas y le produce bajadas de azúcar "sin que sea diabético, ni tampoco padezca una enfermedad metabólica, nos dijeron ayer los médicos", explicó Carmen, su madre, que acudió acompañada por su otro hijo, Yeray, de 9 años, y su pareja, Daniel del Carmen.

Los médicos no han podido diagnosticar qué enfermedad padece Giovanni. La madre solicitó que lo vieran en el Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, a donde acudió de pago y un médico le dijo que podrían estudiar el caso si ingresaban al niño, "pero la Seguridad Social nos lo denegó y nos mandó a Madrid, donde no nos dijeron nada", afirmó, por lo que lo volverá a solicitar.

La campaña 'Tapones para una nueva vida', de la Fundación Seur, se centra en recoger tapones --el abuelo de Giovanni lleva un furgón a la semana--, para sufragar gastos médicos no cubiertos por el sistema sanitario a niños con enfermedades graves como el caso de Giovanni, dijo Bazaga.