Dieciséis días después de que perdiera la vida en el accidente áereo ocurrido en Cuba, en el que perecieron otras 67 personas, Manuel González Asensio retornó ayer a Badajoz. Sus restos recibieron sepultura en el cementerio viejo tras la misa que se celebró en la parroquia de San Fernando y Santa Isabel, en la barriada de San Fernando, donde reside la mayor parte de su familia y él mismo tenía un piso.

Familiares y amigos dieron su último adiós a Manuel, cuyo cuerpo fue velado en el tanatorio Puente Real, hasta donde se desplazó la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, para acompañar en tan duros momentos a la madre del fallecido, de 82 años, y a sus tres hermanas.

Los restos de este pacense, que residía en Madrid y se encontraba de vacaciones con unos amigos en La Habana cuando perdió la vida, llegaron el viernes a España procedentes de Cuba, hasta donde se desplazaron dos de sus sobrinos para facilitar la identificación y la repatriación.

Manuel ha sido el segundo de los 28 extranjeros que viajaban en el avión de la compañía Aerocaribbean que se estrelló el 5 de noviembre en ser repatriado, según su sobrino David de la Hera, que se ocupó de traer los restos de su tío hasta Badajoz.

"Han sido días muy duros", según David, quien reconoció sentirse satisfecho y aliviado, a pesar de la pena, por haber podido traer a Manuel junto a los suyos.

"La familia está muy mal, por un lado está más tranquila al tenernos aquí pero por otro han tomado conciencia de la realidad y de la pérdida", explicó. "Nos queda el consuelo de que cumplió su sueño de ir a Cuba y visitar a la Virgen de la Caridad del Cobre".

David agradeció en nombre de su familia y en el suyo a la delegada del Gobierno y a la embajada de España en Cuba la atención que les han prestado en todo momento, "que no sólo ha sido burocrática, también nos han dado mucho cariño".

La familia deberá continuar los trámites, ahora con la aseguradora de la compañía aérea que se encarga de las indemnizaciones.