Un grupo de familias del Cerro de Reyes se quejan del mal olor que desprende el arroyo Calamón y han mostrado su temor a que con la rotura de una tubería, a causa de las obras que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) está acometiendo en el lugar, se puedan mezclar las aguas fecales con la potable. Fernanda Márquez, una de las vecinas, dijo que este problema afecta a una treintena de familias,"pero nadie hace nada y queremos una solución", dijo.

Según explicó a EL PERIODICO José Luna, técnico de la CHG, tras visitar la zona afectada, la avería se produjo el martes, cuando un camión de las obras rompió una tubería de fibrocemento, que provocó un charco de entre 30 y 40 metros.

Luna explicó que habían llamado a Aqualia, empresa concesionaria del servicio, que cortó el suministro para que dejase de salir agua y tranquilizó al vencindario, diciendo que el agua de la tubería rota es potable, y que en ningún momento se ha mezclado el agua para el consumo con las fecales. En cuanto al mal olor del arroyo, señaló que se debe al calor y no a las obras.