Lejos de Los Colorines. Así es como quieren vivir las familias que ayer se concentraron ante la sede de la Delegación del Gobierno con silbatos, pancartas y un megáfono para exigir su realojo en una "vivienda digna" de barrios "seguros".

De las cerca de medio centenar de personas que participaron en la protesta, entre adultos y niños, la mayoría reside ahora en viviendas sociales de Los Colorines y el resto, en las casas de las Cuestas de Orinaza, que la Consejería de Fomento quiere realojar también en Los Colorines.

Pero los vecinos quieren un cambio. Denuncian que sufren continuos robos en sus casas --con el método de la patada en la puerta-- y que se ven obligados a convivir con un constante "trapicheo de droga". Además, se quejan de que viven rodeados de suciedad y bichos, del deficiente alumbrado y de la falta de todo tipo de servicios. También aseguran que desde hace años apenas llega el agua a sus viviendas por problemas de presión.

La protesta estaba convocada de forma conjunta por las plataformas Salir de Los Colorines ya, integrada por 43 familias, y Cuesta de Orinaza, por una vivienda digna, con las seis que quedan en esta zona. El portavoz de ambos colectivos, Antonio Chacón, recordó ayer que en el 2003 se inició un proceso de realojo por el que más de 60 viviendas pudieron abandonar la barriada. Ayer reclamaron que se reactive y que las administraciones den la posibilidad a estos vecinos de iniciar una nueva vida en otros barrios. "Sabemos que la Junta tienen entre 50 y 60 casas vacías en otros barrios", aseguró.

Con consignas como "somos personas, no animales" o "no al gueto", los manifestantes, que acusan a la delegada, Carmen Pereira, de "consentidora" de esta situación", prolongaron su protesta durante poco más de una hora. Ayer mismo iban a solicitar autorización para repetir las protestas ante las delegaciones de Fomento y Bienestar social en la ciudad y el ayuntamiento. Además, no descartan iniciar acciones más drásticas como "una huelga de hambre".

Por su parte, desde la Consejería de Fomento se recordó que las quejas en materia de seguridad y limpieza son de competencia "municipal" y señalaron que "siempre" que existen desperfectos en las viviendas "por su uso" se reparan.

En cuanto la posibilidad de realojar a los vecinos en viviendas sociales de otras barriadas, explicaron que ya existe una lista de personas que son las que tiene que ocupar esas casas libres y que se determinan en función de los informes de los trabajadores sociales.

En cuanto a las seis familias que deben abandonar sus casas en Cuestas de Orinaza, señalaron que el expediente de desahucio sigue su curso y que, si llegado el plazo, no han entregado voluntariamente las llaves, se esperará a la resolución judicial para desahuciarlos. Esas casas se derribarán.