PLAZA: Media entrada en los tendidos en tarde de agradable temperatura.

TOROS: Seis de Pedro y Verónica Gutiérrez, parejos de hechuras, faltos de fuerza, blandos y sin transmisión en la muleta. Destacó el sobrero, lidiado en quinto lugar al correr el turno en su lote Jesulín. Los demás se apagaron pronto.

TOREROS: Joselito, ovación tras aviso y ovación. Jesulín de Ubrique, silencio y ovación tras aviso. El Fandi, oreja y dos orejas. El Fandi salió en hombros.

Que acertado dicho ese de En el país de los ciegos el tuerto es rey . Aplicable en todo a la cuarta corrida del abono Sanjuanero. Por un lado a los toreros. Llegó El Fandi, con un toreo bullidor y sin material adecuado, fue capaz de llevarse tres orejas que suenan a triunfo grande. Y por otro, salió en quinto lugar un animal sin ser boyante de fuerza, al menos se desplazó, aguantó en pie y pareció extraordinario entre el conjunto de blandos. Curiosamente, ese toro se había dejado como sobrero. Seiscientos kilos de carne y mucha corpulencia debieron ser los motivos para que las cuadrillas lo apartaran de los seis titulares. Pero al final, una vez más se demostró que de esto no entiende nadie.

LAS FAENAS

La tarde transcurría entre bostezos hasta el quinto, despertando sólo en el tercio de banderillas de El Fandi al tercero. Pisó el ruedo ese torazo grande y respetuoso al que Jesulín entendió a la perfección. Salió con poca fuerza, como los demás, pero el de Ubrique lo cuidó, no sin antes lanzarlo contra las tablas en el inicio de faena, muy cerrado, y el de Capea aguantó.

Jesulín consiguió cogerle el punto, le ligó los muletazos y basó la parte principal de su faena en la quietud y el ojerismo. Llegó a levantar la tarde con la labor más meritoria de todas, pero falló a espadas y se le escaparon los trofeos. Con el segundo bis, que fue el que estaba anunciado como quinto, Jesulín realizó un traspeo sin interés por la poca fuerza del toro, que tuvo bondad, sí, pero para qué.

El Fandi es uno de los diestros con más regularidad y garantía de éxito. Tuvo un lote que no se diferenció demasiado de los demás, pero con la vistosidad de su toreo de capa, el espectáculo en banderillas, con pares de la moviola y al violín y sus ganas de triunfo, se hizo dueño de la corrida. Con el tercero, noble y bondadoso, El Fandi estuvo voluntarioso, sin más, pero la rapidez a la hora de matar y el conjunto de su actuación en éste le sirvieron para cortar la primera oreja.

En el sexto, se repitió la historia. Toro con algo más de fuerza, pero que se apagó pronto en la muleta y el granadino entregado de nuevo. Sacó muletazos sueltos pero faltó ligazón y reposo. Una gran estocada dio paso a la sonora petición y otros dos apéndices a sus manos.

Joselito pasó sin pena ni gloria por la plaza de toros de Badajoz. Tuve enfrente dos toros sosos y con este tipo de enemigos es un torero que dice poco. Alargó demasiado las faenas, dio muchos pases, pero no hubo contenido.