Desde enero de 2015, el programa de Reducción del Daño entre personas afectadas por drogadicción lo desarrollan las farmacias, oficinas que asumen de forma voluntaria este cometido, 70 en la provincia, 17 de ellas en Badajoz, para atender a 587 usuarios directamente -unos 200, 115 en las de la capital pacense--, más de 350 a través de los Centros de Desintoxicación de Extremadura (Cedex) y 37 en la prisión, según datos proporcionados por el colegio oficial de farmacéuticos.

El objetivo de este programa, como indica su denominación, es aliviar los efectos del síndrome de abstinencia de consumidores de drogas como cocaína, heroína y otras sustancias estupefacientes, que lleva a los pacientes a padecer malestar, nerviosismo y en casos muy acuciantes los lleva a delinquir para obtener dinero con el que comprar la droga. También puede sustituir ciertas sustancias para ir reduciendo dosis, manifestó a este diario Lourdes Gallardo, coordinadora del laboratorio del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz.

Gallardo explico que hay dos tipos de pacientes o usuarios de la metadona, para desintoxicación y rehabilitación en los Cedex, o en centros de salud, de los que hay 12 puntos en la provincia y 2 en Badajoz ciudad. Se les toman «muestras de orina para comprobar que no tienen otra sustancia en su organismo, solo metadona, y se va reduciendo la dosis». Y los del tipo de reducción daño, que son «consumidores de todo, a los antes los tendía Cruz Roja con su furgoneta en distintos puntos».

UNA BUENA RELACIÓN / Así, «quienes quieren dejar el consumo pueden hacerlo; reducen y alivian los síntomas que en ocasiones les lleva a delinquir para consumir». Es éste el grupo que han asumido los farmacéuticos. Éstos tienen orden de prescripción médica con dosis concretas, y se hace un seguimiento; se habla y se trata cualquier problema de salud. «La verdad es que mantienen una buena relación con ellos», señala.

El médico les indica la dosis y la periodicidad y la suministra el farmacéutico. Luego, a final de mes, cada oficina remite un in registro al colegio y a cada médico prescriptor. Los usuarios pueden solicitar que se les pase al Cedex para desintoxicarse.

Se daba el caso, en ocasiones, con anterioridad, de que se especulaba con la metadona, se vendía y se trapicheaba con dosis lo que se ha reducido «casi totalmente, pues no pueden sacarla de la farmacia, tienen que tomarla delante del farmacéutico, a no ser por enfermedad, por trabajo o por prescripción médica».

Así, lo general es que los usuarios vayan a la farmacia diariamente, salvo personas con discapacidad en cuyo caso la puede recoger un familiar, una o dos veces por semana, o recogerlas para toda la semana. Y los viernes sí se la llevan para todo el fin de semana.

Lourdes Gallardo señaló que «antes había consumidores de fin de semana; eso se ha reducido mucho, porque quienes siguen el programa están muy regularizados, y ellos mismos se muestran satisfechos». El momento de la administración es «íntimo y reservado; se acuerda uno horario y pasan a dependencias privadas de la farmacia», afirmó.

Según el perfil del consumidor, hay más hombres que mujeres, de entre 40 y 50 años; también algunos jóvenes; hay bastantes hermanos entre sí y personas en situación de exclusión, aunque también hay consumidores que trabajan.

El colegio de farmacéuticos, según indicó Lourdes Gallardo, hace de intermediario entre el médico, el Cedex y la farmacia para atender cualquier incidencia, así se evitan casos de sobredosis de metadona. Y además, elabora la metadona en su laboratorio, que luego distribuye entre farmacias, Cedex y prisión.