El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz advirtió ayer del aumento del uso de medicamentos con fines lúdicos, particularmente analgésicos y ansiolíticos por parte de jóvenes que los mezclan con alcohol y drogas de síntesis en fiestas y ´botellones´. Aunque el presidente de la entidad colegial, Cecilio Venegas, reconoció que no existen datos cuantificados ni concretos al respecto en la provincia, "si se ha detectado una tendencia al alza en la venta de algunos fármacos".

Por ello, el colegio ha puesto en marcha una campaña de información dirigida a las oficinas de la farmacia de la provincia "para que actúen como sensores con el fin de evitar el uso fraudulento e inadecuado de fármacos". En este sentido, podrán recoger informació para elaborar un perfil del usuario y crear una base de datos al objeto de controlar y conocer el abuso de ansiolíticos y antidepresivos.

Con esta información, el colegio pacense pretende intercambiar conocimientos con el Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.

Venegas dio a conocer un listado de más de 30 principios activos susceptibles de este tipo de consumo, que, en la mayoría de los casos precisan de receta médica para ser dispensados y que por ello "a veces se recurre al robo o la falsificación de recetas". En este año se comunicó "el robo o extravío de 110 talonarios de recetas y 37 sellos médicos en toda España".

El presidente del colegio recomendó a las farmacias "que avisen y no expidan el fármaco si sospechan que el uso que se le va a dar no es el que se prescribió".

Con el consumo de medicamentos fuera del ámbito terapéutico y bajo unas condiciones y un entorno lúdico o recreativo, "se busca potenciar los efectos secundarios de la sustancia para experimentar unas sensaciones determinadas, como relajación, estimulación, alucinaciones o desinhibición", explicó la coordinadora del laboratorio del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Lourdes Gallardo.

ALARGAR LA EUFORIA Según el Observatorio de Medicamentos de Abusos, los analgésicos y los ansiolíticos son los fármacos que más se utilizan para un fin lúdico, y la codeína y el metilfenidato son los principios activos más consumidos. El propósito es "añadirle algo más al alcohol o a las drogas de síntesis".

La codeina es un derivado opioide que se encuentra en antitusivos y analgésicos y que en dosis elevadas pueden provocar alucinaciones, temblores y mareos. Mientras que el metilfenidato, que es un estimulante para tratar el déficit de atención en niños hiperactivos y narcolepsia, permite a los jóvenes alargar el rendimiento, la euforia y el estado de vigilia.