La empresa que comercializa el fármaco ilegal Xylokall 900, un adelgazante fabricado a base de hierbas y algas, tiene un apartado de correos en Badajoz, a través del cual vende sus productos, además de utilizar internet y el teléfono para contactar con sus clientes.

Según una nota de la Federación de Consumidores en Acción (Facua), este fármaco, que se comercializa a nivel internacional, "promete la pérdida de hasta 19 kilos en seis semanas, sin dietas ni ejercicio y de forma definitiva". Asimismo, la federación ha denunciado ante la Dirección General de Salud Pública y la Agencia Española del Medicamento del Ministerio de Sanidad que la publicidad ya se usó para otro fármaco clandestino y que vuelve a usarse con este.

Además, ya en junio del 2002, Facua denunció que la publicidad del producto Algoxyll 500, que se fabrica en Portugal y que se vende con este nombre en el país vecino y Alemania, es idéntica a la de su sustituto, Xylokall 900. Así, la Agencia Española del Medicamento "determinó que se trataba de un fármaco comercializado en España de forma ilegal". De hecho, la propietaria de la farmacia Subirán, en Badajoz, afirmó a EL PERIODICO que este medicamento no está registrado en la base de datos de su ordenador y que el almacén que suministra los fármacos a las farmacias tampoco conocen de la existencia del Xylokall.

PUBLICIDAD MACHISTA

No obstante, según declara Facua, el producto continuó vendiéndose durante meses ya que los clientes lo recibían por mensajería desde Portugal, lo que dificultó la acción de las administraciones competentes.

Facua, además, advierte que la publicidad de este producto vulnera el Real Decreto 1.907/96, sobre productos con pretendida finalidad terapéutica, además de la Ley General de Publicidad, al atentar contra la dignidad de la mujer.

Así, Facua indica que en los testimonios que se ofrece para hablar de las cualidades del fármaco aparece una mujer como protagonista "que ofrece un testimonio lleno de afirmaciones denigrantes como ´mi marido no se interesaba por mí´ y ´ni siquiera me atrevía a aparecer en pantalones´, además de presentarse como una mujer al servicio del hombre".