Las echaron a los leones. Las chicas parece que no se traumatizaron, para ellas sin duda fue toda una experiencia, pero no se trataba de eso. No era un partido amistoso de jóvenes contra veteranas. Era un encuentro de competición, y qué quieren que les diga, fue una farsa o incluso un fraude.

Al Club Baloncesto Femenino Badajoz se le han ido las jugadoras porque no les pagaban. Eran profesionales y dependían de ese dinero para vivir. Levantaron el vuelo y al club no se le ocurrió otra idea que tirar de las juniors del Guadalupe.

David contra Goliat.

Ni debió el club buscar esa salida, ni debió aceptarlo el equipo contrario, ni debió permitirlo la federación. Ganaron las profesionales --!faltaba más¡-- pero fue una victoria sin honra. Desconozco los intríngulis de los estatutos federativos, no estoy en posesión de sus más ocultos secretos y puede que exista algún artículo en letra pequeña --incluso grande-- que contemple la posibilidad de esta suplantación.

Es posible, pero a mi forma de ver seguiría siendo una farsa. Sencillamente encuentro inconcebible que un equipo de la liga profesional sea sustituido por jugadoras amateurs.

Victoria sin gloria y solución deshonesta la buscada por el club pacense. Si no tienen dinero para mantener el equipo, si no encuentran sponsors, lo único que cabe es dejarlo. No consigo encontrar un buen ejemplo para que se visualice mejor lo que pretendo transmitir.

Por más que pienso, no hay nada con lo que equiparar esta irregular situación, y lo peor es que pensaban continuar con el jueguecito. Menos mal que el próximo contendiente ha puesto la sensatez y la honestidad por encima del interés del triunfo fácil y ha dicho no, al menos de momento.

En fin. Esto es lo que pienso. Bien por las juniors que salieron valientemente a la cancha y vivieron toda una experiencia en la liga profesional, pero mal por el Club Baloncesto Femenino de Badajoz.

Busquen otra solución.