La feria de Badajoz entra en su recta final con la confianza de los hosteleros en que el éxodo por el puente no sea masivo y en que el público disfrute en el ferial de Caya y en el Casco Antiguo del último fin de semana de las fiestas, como hicieron ayer los miles de pacenses que salieron a la calle a celebrar en el día grande de la feria, San Juan.

Si el puente no es el mejor aliado de la feria, tampoco lo es el bolsillo. De hecho, muchos negocios temen más a este último que a la fuga a la playa o el pueblo. Y es que la hostelería ha vuelto a constatar que el consumo sigue bajando a causa de la crisis, como ya ha ocurrido los dos últimos años. A pesar de ello, algunos reconocen que aunque las expectativas no eran halagüeñas, "hasta ahora está yendo como el año pasado: las mediodías muy bien y las noches más flojas", señaló ayer Raúl Gómez, de la caseta Granja El Cruce.

También Manuel Corbacho, del cátering Come y Calla, que este año lleva la Caseta Municipal, aseguró que han tenido días "muy buenos", mientras que otros el volumen de negocio ha sido menor. "Está claro que la gente consume menos", añadió.

Lo que no decae, sino todo lo contrario, es el macrobotellón , que se alarga más de lo que lo hacía años anteriores. "Si antes la mayoría de la gente entraba a las casetas a partir de las tres de la mañana, ahora el botellón dura hasta las cinco", comentaron.

FUEGOS ARTIFICIALES A pesar de la crisis, la noche de San Juan, dia grande la feria de Badajoz, los pacenses volvieron a salir de forma masiva a la calle para ver los fuegos artificiales, que este año estrenaban ubicación entre los puentes de la Universidad y de Palmas. Durante casi 25 minutos el cielo brilló ante la atenta mirada del numeroso público congregado en el entorno del río, que brindó ovaciones y aplausos al espectáculo pirotécnico.

La noche se caracterizó por la tranquilidad y la ausencia de incidentes graves, según confirmó la policía local. Solo se produjeron retenciones tras los fuegos artificiales, cuando el público se dirigió de forma masiva al recinto de Caya. A diferencia del fin de semana, la noche del miércoles al jueves fue necesario abrir el aparcamiento habilitado en la parcela de Rodamco para que se pudieran estacionar todos los vehículos.

Los pacenses que optaron por trasladarse en el autobús urbano al ferial también tuvieron que tirar de paciencia después de los fuegos artificiales. Hay quienes incluso tuvieron que esperar hasta tres cuartos de hora para poder subir y los vehículos no podían recoger a los usuarios en las últimas paradas porque iban abarrotados. Más tarde la situación se normalizó y no hubo mayores problemas.

Ya en el ferial el macrobotellón , las casetas, los conciertos de La Guardia y Despistaos en el auditorio --a los que asistió numeroso público-- y las atracciones se repartían al público. A las 8.30 horas aún quedaban grupos en algunas casetas apurando los últimas horas de fiesta.

DISPOSITIVO Quienes tampoco pararon un momento fueron los miembros del dispositivo de Cruz Roja, que realizaron 54 intervenciones (el pasado sábado fueron 48) por intoxicaciones etílicas, cortes, golpes en algunas peleas que se produjeron entrada la madrugada y traumatismos por caídas. El caso más grave fue el de un joven que a primera hora fue atendido por una intoxicación etílica, y que más tarde tuvo que ser trasladado al hospital Infanta Cristina tras intentar autolesionarse con unos trozos de cristal, según explicó Encarna Camacho, directora provincial de Socorro y Emergencias de Cruz Roja. La organización desplazó al ferial a 23 personas (tres enfermeras, un médico y el resto técnicos), y cuatro ambulancias.

Por la mañana los gigantes y cabezudos a ritmo de charanga fueron encargados de dar los buenos días en un pasacalles que recorrió el centro de la ciudad y que terminó en el paseo de San Francisco con cohetes. Al mediodía, el arzobispo Santiago García Aracil ofició la eucaristía en honor al patrón en la catedral, a la que asistieron el alcalde, Miguel Celdrán, y otras autoridades.

Tras la misa, la banda ofreció un concierto en la plaza de España, mientras el público iba poco a poco llenando las terrazas de los bares del Casco Antiguo para disfrutar de otra larga jornada de feria.

Para hoy, entre otros actos, hay previsto un concierto de El Desván del Duende (00.00 horas) en el auditorio del ferial.