En torno a un tercio más de público estima la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, que ha asistido este año a la 32 Feria del Libro de Badajoz en su nueva ubicación, en el paseo de San Francisco, que en las ediciones anteriores en la plaza de San Atón, aunque ayer, cuando hizo un balance provisional de la misma, aún no tenía las cifras finales. No obstante, se mostró "muy satisfecha" de la respuesta obtenida, tanto por parte de los lectores, como de los libreros y de los escritores invitados, según manifestó a este diario.

"Me quedo con la imagen de un niño sentado en un pollete leyendo o mirando un libro de cómics rodeado de amigos y todos mirando y hablando de lo que veían", afirmó Morcillo, quien también destacó que se había superado la previsión de la asistencia de escolares, de los 6.000 previstos a más de 8.000, "presentes en la feria incluso los días de lluvia", dijo.

La concejala señaló que "los libreros están contentos; no sé de ventas, y aunque todo está muy mal ahora, me han pedido que la feria se mantenga en San Francisco, al menos unos años". Y añadió que lo más probable es que así sea, porque si bien este año "ha sido como una encuesta para ver cómo funcionaba, la respuesta es que la vida del parque y los niños ha convivido perfectamente con la feria, y éstos han hecho de ésta una prolongación con las actividades de la caseta infantil".

Además, destacó la presencia de jóvenes a través de actividades como la presentación de la novela 'Profecía', de Laura Rosa Tardío, una chica de 15 años, como del coloquio en torno a 'El Show de Grosman', que se facilitó a alumnos del Domingo Maestro Cáceres días antes y que estos conocían cuando asistieron a conocer a Laura Fernández, la autora, pues participaron con preguntas y opiniones.

También el disponer de asientos, los árboles, el poder tomar un café y una amplia programación de actividades --de las que destacó la presencia de la ONCE con sus libros en Braille por su labor social--, ha facilitado la presencia de vendedores, lectores y escritores invitados. "Todos me han felicitado por la feria, y los que ya la conocían, han destacado su mejoría en esta nueva ubicación", señaló la edil.

Uno de esos escritores fue Jorge Molist, que acudió como invitado de última hora al fallar Angeles Caso, "por un problema de lumbalgia, pero Molist ha respondido enseguida y ha venid", dijo Morcillo.

El escritor barcelonés, ingeniero de formación y empresario hasta que optó por la literatura en exclusiva, presentó y firmó 'Tiempos de ceniza', una novela histórica que "trata de libros y el Renacimiento y, además, la época más brillante de España".

PINTAR EN EUROPA Molist se refirió a la época "cuando dos reinos que no pintaban nada en Europa, Aragón y Castilla, se unen y emprenden hazañas que asombran al mundo, como la reconquista de Granada, el descubrimiento de América, la recuperación del norte de Cataluña que se lo habían quedado los franceses, y a los pocos años la conquista de Nápoles. Eso inaugura el imperio español".

Pero la novela tiene otros ingredientes, el Papa Borgia español", sobre quien destruye "el mito de los malos Borgias, que fueron gente de su tiempo", y el del "malo de Maquiavelo, que no inventó esas cosas horribles que pone su obra, por lo que el lector va a conocer como amigos a personajes muy importantes". Y ello en un "gran retablo del Renacimiento, escenarios de la Roma de los Borgia; la Florencia Maquiavelo y de Savonarola y sus 'Hoguera de las vanidades', Nápoles y Barcelona.

En su opinión, "ni Obama ostenta hoy tanto poder como el Papa Borgia en su momento, si acaso, los dirigentes chinos podrán tener un poder similar". Y muchos políticos actuales "continúan con ese manual de cabecera que era 'El príncipe'".

Por otro lado, el alcalde, Francisco Javier Fragoso, asistió, con Paloma Morcillo, a la presentación de los libros 'El vuelo de la palabra', de poesía y de cuento, que edita el Departamento de Publicaciones del ayuntamiento, y que presentaron Antonio Cid y Milagrosa Ortega.

Por otro lado, el ganador del concurso 'Está en los libros' ha sido el colegio pacense Ramón Izquierdo, de los salesianos, cuyo premio entregó el alcalde el pasado viernes.