TUtstedes deben estar seguros de que las ciudades árabes tienen un plano con muchas calles cruzándose caprichosamente, muchos adarbes sin salida y muy pocas plazas. Un laberinto, vamos. E, incluso, creerán, si alguna vez han visitado Toledo, que debe su trazado urbano a su pasado árabe, como otras: Córdoba, Sevilla, etc. Así vienen enseñándolo, año tras año, los profesores de todos los niveles docentes. Y luego, a esa idea se habrán sumado los viajes que hayan hecho y la experiencia personal de cada uno en países árabes o islámicos: Marruecos, Egipto, Turquía, etc. Pues fíjense en lo que les digo: la teoría del desorden urbano de las ciudades islámicas es errónea. Sí, errónea.

Verán. Las ciudades árabes más mentadas para sentar el tópico -Fez (Marruecos)- son resultado de una evolución sujeta, como en cualquier otra parte del mundo, a catástrofes demográficas -epidemias, guerras, terremotos- y a períodos de mayor o menor prosperidad económica, sujetos también a diversos factores. Eso significa que sus cascos urbanos sufrieron variaciones, a veces muy profundas, y, por lo tanto, que la ciudad, cualquiera de aquellas que vemos hoy, no es exactamente la misma habitada en el siglo IX, en el X o en el XI. Lo islámico en urbanismo no es desordenado por necesidad. Como no es ordenado per se lo europeo. Eso son ideas colonialistas, explicadas sesudamente por algunos investigadores y por muchos docentes confusos.

Las ciudades fundadas por el Islam siempre tuvieron en origen una retícula ordenada, condicionada por el agua, el relieve, la defensa y hasta la religión. Batalyús fue fundada, como saben, por musulmanes conversos, educados a lo árabe. ¿Cómo era esta ciudad en sus orígenes? ¿Cómo evolucionó? ¿Qué queda de aquello? ¿En alguna zona del Casco Antiguo ha quedado fosilizado el antiguo viario? Si la Arqueología se usa bien -no sólo para justificar liberaciones de suelo-, si los arqueólogos saben lo que se traen entre manos y no se convierten en peones silenciosos, podemos obtener respuestas. Si les parece a ustedes interesante, aunque trabajen en la Administración de Cultura, hablaremos de eso. En Badajoz hay, en cuestiones de urbanismo árabe, más cera que la que arde.