La corrida de Píriz no fue completa; la nota positiva fue la movilidad. Especialmente destacó un toro, el segundo, bravo de verdad en todos los tercios, de los que hacen disfrutar. Apretó en el buen puyazo que le recetó El Legionario, galopó con alegría en banderillas, donde Ferrera hizo de las suyas y encandiló a la gente, y llegó a la muleta con brava nobleza y mucha calidad. Con él, Ferrera realizó una faena larga en la que hizo de todo. Fue toro de vuelta al ruedo, que ni se pidió, ni se concedió. Mejor aún estuvo el extremeño con el quinto, que tuvo un comportamiento irregular, de embestida intermitente, al que entendió a la perfección.

Matías Tejela llegó por la puerta de la sustitución y salió en volandas. Con el manso tercero estuvo firme y con fibra para arrancarle una oreja nada fácil de cortar. Y ante el sexto hizo una faena de buen gusto, con muletazos largos y templados. Fue toro manejable pero al que había que darle muy bien los toques. Así lo hizo Matías y se llevó el doble premio.

No tuvo un lote adecuado Cesar Rincón para ejecutar su toreo. Manso fue el que abrió plaza al que le robo unos pocos muletazos siempre a favor de querencia. Y no tuvo fijeza ni clase en la embestida el cuarto, con el que el colombiano insistió demasiado sin llegar a lograr nada lucido.

La noticia que corrió anoche como la pólvora fue la cogida de Ponce en Alicante, que le impedirá estar en Badajoz hoy y mañana. La empresa ha decidido que el sustituto para hoy sea Matías Tejela.