Este año todas las previsiones de asistencia eran aventuradas por los cambios que la pandemia impone. Aun así, el teatro López de Ayala de Badajoz ha mantenido su apuesta como lo demuestra que entre las funciones de sala y las de calle, más de 3.500 espectadores han acudido al 43 Festival Internacional de Teatro, que se ha desarrollado desde el 16 al 28 de octubre con 14 compañías, tres de ellas extremeñas y dos internacionales. El número de abonados ha sido similar al de años anteriores, con un centenar de abonos, según los datos del gerente del López, Miguel Ángel Jaraíz. Ha faltado sin embargo en esta edición una cifra importante: la de los alumnos de los centros educativos que siempre han sido invitados al festival y que este curso, por precaución, no se ha permitido, por tratarse de grupos numerosos.

Aunque la limitación de aforo para el teatro era del 75%, en el López durante todo el festival ha sido del 62% por motivos de seguridad, es decir, 472 butacas, ocupadas al completo con algunas obras. Jaraíz destaca que la seguridad era y es prioritaria, porque en definitiva el festival es «un reencuentro con el teatro, con el público y un volver a vernos». Así lo han vivido todos: los espectadores, las compañías y los responsables del teatro y de festival.

EXIGENTES / Jaraíz aduce que las medidas de seguridad adoptadas son muy exigentes y han obligado a que todo el personal haya estado muy implicado para que «todo saliera bien, y así ha sido». El gerente agradece la entrega de los trabajadores de sala y técnicos, así como del público, que ha sido «ejemplar», no solo por la asistencia, sino por el comportamiento, por el respeto a las normas. Tal ha sido así, que en el desarrollo del festival no se ha producido ninguna incidencia imprevista. «La palabra que más hemos escuchado estos días ha sido gracias, del público y de las compañías por poder trabajar», subraya.

Jaraíz reconoce que todas las programaciones culturales que están saliendo en estos momentos adelante son «prácticamente un milagro» y «así lo hemos vivido». Confeccionar un programa y ponerlo en marcha «es complicado». añade, pues intentan buscar propuestas originales y novedosas que no se ofrecen habitualmente en los circuitos nacionales y, además, el componente internacional de este festival «exige un esfuerzo mayor». Explica el gerente que como la programación se empieza a preparar con mucha antelación ya existía una propuesta previa que se paralizó con el estado de alarma y hasta el último momento persistió la incertidumbre sobre si podría celebrarse el festival. Cuando el programa se presentó pudieron respirar aliviados. Hay que tener en cuenta que las programaciones se suelen preparar casi con un año de antelación. De manera que termina una edición y se empieza a valorar para empezar a diseñar la siguiente. Por eso, el imprevisto insoslayable de la pandemia ha tenido cierta repercusión en el contenido del programa que ya se estaba preparando, pues algunas compañías extranjeras no podían viajar a Badajoz debido a las restricciones de movilidad. «Al final no han sido tantas como nosotros esperábamos, ha habido que hacer algunos ajustes y cambios, también en fechas, pero el grueso del festival se ha mantenido», asegura.

DE TODO / El gerente defiende que la programación que se ha ofrecido al público en esta 43 edición «ha sido muy completa», pues ha incluido prácticamente «de todo»: drama, comedia, thriller, documental, danza, marionetas, teatro infantil y espectáculo de calle. «Lo que buscamos es que haya una diversidad en las propuestas, aunque todas tienen un denominador común que es lo que buscamos siempre: la calidad», defiende.

Aunque satisfechos con la asistencia, para Jaraíz, el gran éxito de esta edición, ha sido «llevarlo a cabo y sobre todo que quienes han venido han disfrutado» y haber demostrado «que el teatro es seguro y se puede venir con tranquilidad, algo que en estos tiempos es un logro». Según el gerente, el público y las compañías necesitan el teatro en vivo y en directo «porque a través de las pantallas no se transmite igual».

De aquí a final de año, se mantiene la programación prevista y la del 2021 también está muy avanzada. Para la próxima edición del festival , el López ha lanzado ayudas de producción en las categorías de teatro, danza y calle para su estreno. Porque «el teatro no para».

"Ha sido el festival de la calidad y de la entrega en todos los sentidos"

También el director artístico del 43 Festival Internacional de Teatro de Badajoz, Eugenio Amaya, dice estar «muy contento» con el balance de la última edición. «Es para estarlo», remarca. Por varios motivos: porque el festival pudo celebrarse en las actuales circunstancias «que a todos nos afectan». También por la reacción el público «tan cómplice y respetuoso». Asimismo por la «fluidez» de todo el personal implicado, del López de Ayala y de Arán Dramática. Y por último, porque el festival «revela que la salud artística de las artes escénicas está por todo lo alto, nos podemos regocijar de la exhibición de destreza, sensibilidad, expresividad y calidad que ha tenido el festival en su oferta tan variopinta este año». El resultado no ha podido ser mejor, en su opinión, porque, independientemente de la cantidad de público en el patio de butacas, «todos los artistas se han llevado ovaciones y han tenido que saludar y hacer bises una y otra vez».

Según Eugenio Amaya, el festival de este año no ha sido distinto por la crisis sanitaria. Al menos «en espíritu», porque «todo lo que ha formado parte de la programación reunía nuestros requisitos consensuados con el López, que eran ofrecer al público un panorama amplio de lo que se hace en estos momentos en las artes escénicas, con el denominador común de la calidad y la capacidad de conectar con el espectador». Reconoce sin embargo que ha habido que hacer ajustes, algunos casi de última hora, «pero en previsión de lo que pudiera ocurrir teníamos un glosario de espectáculos que reunían esos requisitos».

Le hubiese gustado, eso sí, una mayor presencia internacional, «pero no está el horno para bollos». Lo importante es que el público ha sabido «disfrutar» de los espectáculos y premiar a los artistas. «Ha sido el festival de la entrega y la creatividad en todos los sentidos», recalca.