Cruz Roja ha querido recuperar en la ciudad una de las campañas de cuestación más tradicionales de la organización después de cinco años sin celebrarse: la fiesta de la banderita (aunque desde hace años se ha sustituido por una pegatina).
La cuestación sacó ayer a las calles de Badajoz a una treintena de voluntarios de la oenegé que, mediante huchas o mesas petitorias en la calle, dedicaron toda la jornada a buscar la colaboración de los ciudadanos.
La idea de retomar la fiesta de la banderita partió de los voluntarios que trabajan con Cruz Roja en la ciudad con el objetivo de recaudar fondos para algunos de los proyectos que tienen en marcha y que no cuentan con ningún tipo de subvención pública o privada, según explicó Jesús López Santana, responsable de Comunicación de la oenegé.
El dinero recabado con la cuestación de ayer se destinará a financiar la unidad móvil de atención social, que desde hace un año semanalmente recorre distintas zonas de la ciudad para prestar ayuda a personas sin hogar o que ejercen la prostitución. Los voluntarios atienden a una media de 30 usuarios, a quienes llevan alimentos y mantas. Además, pasan un rato con ellos para escuchar sus problemas e intentar dar respuesta a sus necesidades.
López Santana reconoció que la fiesta de la banderita se ha ido perdiendo poco a poco en la mayoría de ciudades y pueblos y que es la que se celebra en Madrid, en la que participa la familia real, es de las pocas que se ha mantenido por ser la más simbólica . "Ahora los voluntarios han decidido retomar esa acción en Badajoz con un doble objetivo: recordar a los ciudadanos que hay muchas personas que carecen de recursos y hacer un llamamiento para que contribuyan con una pequeña aportación económica a financiar este tipo de acciones solidarias", explicó.
Esta tradicional campaña de cuestación se retoma con la idea de que se repita anualmente y que en próximas ediciones las mesas se puedan extender a más puntos --ayer se instalaron en la calle Menacho, en Carrefour de Valdepasillas y en el hospital Infanta Cristina-- y se cuente con la colaboración de personas externas a la oenegé para llevar las huchas por toda la ciudad.
