Si la fiesta de Los Palomos mantiene su actual formato, en el 2014 no se celebrará en la plaza Alta. Así lo avanzó ayer el concejal de la Policía Local, Alberto Astorga, quien aseguró que este espacio no es, por motivos de seguridad, el idóneo para albergar un macrobotellón de las dimensiones del que tuvo lugar el pasado sábado, con 15.000 personas congregadas entre esta plaza y su entorno.

El concejal subrayó que fue una jornada "complicada" para los integrantes del dispositivo especial de seguridad por la gran avalancha de público y destacó su "ejemplar" labor y el civismo de los asistentes. Hubo que cortar puntualmente los accesos y finalmente se tuvieron que abrir todos para evitar mayores problemas, a pesar de que el aforo de la plaza Alta se estableció en 6.500 personas.

Las previsiones se desbordaron y tanto la Policía Local como Cruz Roja ya han advertido de los riesgos que este lugar entraña en una convocatoria tan multitudinaria, mientras que el botellón ha ido en aumento edición tras edición, por lo que Astorga cree que es el momento de plantear que la fiesta de Los Palomos se traslade a otro emplazamiento. ¿Cúal? El responsable de la Policía Local no se aventuró a mencionar otras posibles ubicaciones que --dijo-- se estudiarán con Fundación Triángulo, promotora de las fiesta, y previo informe de los servicios de seguridad sobre qué lugares cumplen con las condiciones adecuadas.

El concejal insistió en que la intención es que la ciudad siga siendo gran protagonista en esta fiesta, por lo que su traslado al ferial --uno de los espacios que podrían cumplir con los requisitos-- no sería la primera opción. ¿Y la alcazaba? "El ayuntamiento no tiene ninguna ubicación predefinida", insistió.

La plaza Alta solo podría acoger la cuarta edición de Los Palomos si su formato se "reorienta" y el macrobotellón deja paso a otras actividades más relacionadas con el mensaje de la convocatoria: la reivindicación de la libertad afectivo sexual. "Eso corresponde a los organizadores, que deben ser conscientes de que su reivindicación pasa muy desapercibida", añadió.

Sobre la posibilidad de que un cambio en el formato reste visitantes a la ciudad, el edil señaló que "a lo mejor se pierde en cantidad y se gana en calidad", pues la mayoría de las personas que acudieron llevaban sus propias bebidas en bolsas, por lo que consideró que los beneficios para los hosteleros no deben haber sido muy elevados.

En Fundación Triángulo se mostraron ayer abiertos a estudiar las distintas posibilidades que se pongan sobre la mesa con una única condición: que la fiesta se mantenga donde nació, en el Casco Antiguo. Su presidente, José María Núñez, destacó que esta celebración "solo tiene sentido en pleno centro de Badajoz", pues de lo contrario le haría perder visibilidad al colectivo gay cuando el objetivo de la convocatoria es precisamente "la reivindicación de que en esta ciudad cabemos todos, sea cual sea nuestra orientación sexual".

En este sentido, David Luceño, del equipo de organización de Los Palomos, subrayó que pese a ser una cita lúdica no pierde su trasfondo reivindicativo y no se reduce a un macrobotellón. "A todos nos gusta una fiesta, pero la decisión de ir es personal, y todos los que asistieron sabían cuál era la causa. Otros no fueron porque no están de acuerdo", argumentó.

"Todos queremos que la fiesta sea segura y encontrar el mejor espacio", afirmó, al mismo tiempo que destacó el "gran esfuerzo" que tanto el ayuntamiento como Fundación Triángulo han realizado para garantizar la seguridad de los asistentes a la última edición. De hecho, a pesar de la masiva afluencia de público, solo se registraron siete reyertas, que fueron resueltas con presencia policial, y Cruz Roja asistió a 46 personas, ninguna por lesiones graves.

Los organizadores de Los Palomos insistieron en que están dispuestos a estudiar las diferentes opciones que se propongan para mejorar la fiesta del 2014, como pudiera ser distribuir las actividades por distintos espacios del Casco Antiguo, aunque Luceño se mostró partidario de mantener el formato actual, donde prima el ambiente festivo, porque --recordó-- durante el año realizan numerosas jornadas y acciones de sensibilización.

En cuanto al compromiso del ayuntamiento con la Hermandad de Bótoa de que Los Palomos no coincida con la romería, Fundación Triángulo no pone reparos y tratará de buscar "la mejor fecha para todos", aunque quiere mantener su fiesta en el mes de mayo.