Visto para sentencia. Hoy se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Badajoz la última sesión del juicio contra Alexander S. F., acusado de disparar a otro joven y herirlo de gravedad en septiembre del 2018 en el Cerro de Reyes. La fiscalía y la acusación particular han mantenido sus peticiones de cárcel-10 y 10 y 11 meses respectivamente- por tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y quebrantamiento de condena. Por su parte, la defensa ha solicitado su absolución y, de manera subsidiaria, que en caso de condena esta fuera de dos años de cárcel por un delito de lesiones con objeto peligroso, seis meses por tenencia de armas y multa por quebrantamiento de pena. El encausado lleva dos años en prisión provisional preventiva.

La fiscalía ha elevado dos puntos el grado de las secuelas temporales de la víctima y solicita una indemnización de casi 67.000 euros, a los que la acusación particular añade otros 10.000 por daños morales, así como el pago de los gastos por los tratamientos médicos de su cliente (psicólogo y cirugías estéticas). Este último ha sido impugnado por la defensa.

La fiscal y el abogado de la acusación particular, Enrique González de Vallejo, han dado por acreditado que el encausado, tras una disputa con una familia de su misma calle, cogió una escopeta de caza y disparó a dos hermanos vecinos y a varios jóvenes que estaban con ellos, entre los que se encontraba la víctima. Ambos han considerado que es un delito de homicidio en grado de tentativa, y no de lesiones, porque tenía arma y munición, efectuó dos disparos de manera indiscriminada y el lugar donde lo hizo, una escalera, era una «ratonera» de la que era difícil huir. Además, hubo amenazas de muerte previa.

También han centrado sus conclusiones finales en las declaraciones contradictorias de los testigos, que durante el juicio cambiaron la versión que dieron ante la policía y el Juzgado de Instrucción número 3, señalando al acusado como autor de los disparos, aunque en sala aseguraron no recordar nada. En este sentido, han pedido que se dedujera el testimonio del padre de los hermanos por delito de falso testimonio. Frente a ello, ambas partes han defendido el testimonio «coherente» de la víctima, que ha mantenido la versión que dio en el juzgado y que, según la fiscal, no tendría motivo «espúreo» para inculpar a Alexander.

DUDAS / Fernando Cumbres, letrado a cargo de la defensa, sin embargo, ha considerado que no ha quedado probada la autoría de los hechos y que existen muchas dudas entorno a la sucedido. Se ha referido a que su defendido no tenía restos de pólvora en las manos, ha cuestionado que la víctima lo viera disparar como afirmó en el juicio, porque no se lo dijo así a la policía ni a sus amigos tras el suceso y ningún testigo más que el herido había reconocido a Alexander como el tirador, cuando «pudieron ser otras muchas personas, como su tío, su padre u otros vecinos», dijo. También ha defendido, frente al testimonio de los forenses - que han afirmado que si no hubiera recibido asistencia médica inmediata hubiera muerto- que en los partes de la UCI no aparece que la vida de la víctima corriera peligro por las lesiones sufridas. Según ha señalado, citando una fallo del Tribunal Supremo que anuló una sentencia de la Audiencia por tentativa de homicidio, en este caso la condena estaría también fundada «en meros indicios y presunciones».