Tras la elección de los miembros del jurado, 9 titulares y 2 suplentes: 9 mujeres y 2 hombres, el presidente de la Sala les instruyó sobre preceptos básicos como la presunción de inocencia y sobre la dinámica del proceso, al tiempo que les infundíó confianza por su capacidad para desarrollar su labor, «desde su punto de vista».

Tras la lectura por la secretaria de la Sala de las calificaciones provisionales de cada una de las partes: fiscal, acusación particular y dos defensas, sus responsables procedieron a explicar a los miembros del jurado los delitos que se juzgaban, las características de cada uno, las pruebas que expondrían y las penas solicitadas.

El fiscal Agustín Manzano señaló que acusa a los dos inculpados de los delitos de homicidio y de tenencia ilícita de armas, por los que solicita penas de 15 años por el primero y 2 por el segundo, para cada uno de ellos.

La acusación particular, llevada por Raúl Montaño, acusa a los dos procesados de un delito de asesinato, por el que pide 20 años de prisión para cada uno.

Enrique González de Vallejo, defensor de Marcos A. M. S., expuso que su defendido nunca negó haber efectuado los disparos, y que lo hizo sin intención de matar y en defensa propia y de su familia, que venía siendo acosada por Eugenio G. R., que hacía 6 meses que había salido de la cárcel tras cumplir una condena por homicidio. Negó cualquier intencionalidad, por lo que dijo que si hay homicidio fue en legítima defensa, y negó que pudiera ser asesinato.

José Duarte, defensor de Luis Francisco R. T. manifestó que éste se llevó un tiro sin tener nada que ver con los hechos, que no participó en los mismos y que Marcos confesó haber hecho los disparos, por lo que solicitará la absolución. Al comenzar el juicio, Duarte solicitó al presidente de la Sala que su representado, sentado en el banquillo de los acusados, tomara asiento junto él, a lo que accedió, custodiado por policía, además de ordenar que les quitasen las esposas. El juicio continuará hoy.