En la Fiscalía del Menor son partidarios de los juicios rápidos en su ámbito jurisdiccional, dado que si en la delincuencia habitual el objetivo es la seguridad y su percepción, en el suyo, además, parece lo más acorde para ejercer la finalidad de reeducación y reinserción por la edad de los justiciables, niños y jóvenes de 14 a 17 años, según manifestó a EL PERIODICO la fiscal Sonia Gandolfo.

Una base de la justicia es la proporcionalidad; otra, no dilatarla en el tiempo, dos factores que el caso de los menores cobran especial relieve por su propia condición, como han puesto de manifesto los psicólogos de los equipos de tratamiento, que demandan medidas personalizadas y su aplicación inmediata, porque de otro modo pierden su valor reeducador. Sin embargo, la realidad es que pueden dilatarse incluso dos años, en algunos casos, si no se trata de internamiento, que son las menos.

La fiscal de Menores Sonia Gandolfo recordó que los fiscales plantearon la necesidad de celebrar juicios rápidos hace ya dos años, incluso antes de que saliera la actual ley y a raíz de la Ley del Menor del 2001, que consideran muy buena en lo teórico, pero de compleja aplicación por los innumerables pasos que requiere; "todo lo contrario a la inmediatez del juicio rápido", aseguró Gandolfo, quien añadió que "es un sentir unánime de la propia fiscalía".

VIOLENCIA DOMESTICA Así las cosas, el año pasado la fiscal logró celebrar un juicio rápido en un caso de violencia doméstica ejercida por un menor, pues si bien la ley no lo prevé ni lo especifica de forma expresa, tampoco lo impide de forma. "Hubo que dar muchas vueltas, pero se logró y en dos días, el chico que fue juzgado tenía una medida de ingreso en un centro de protección, bajo vigilancia del equipo de tratamiento, y comenzó a cumplirla". El resultado parece efectivo, pues el joven, de 16 años, "responde estupendamente". Esto lleva a pensar a la fiscal en repetirlo cada vez que las circunstancias lo permitan.

Por otro lado, Sonia Gandolfo afirmó que cada año se ve más violencia en el comportamiento de los jóvenes que llegan a la fiscalía, y como se demuestra en el número de delitos violentos tratados en el 2003: 87 robos con violencia e intimidación, 37 delitos contra la dignidad y la libertad sexual y 354 lesiones, es decir, casi 500 los 1.607 expedientes incoados. Pero de éstos, llaman la atención los 45 casos de violencia doméstica ejercida por los menores, fundamentalmente chicos --sólo hay una chica--, en contra de sus madres y abuelas. Los motivos más habituales son por que no les dan el dinero que pide, ya sea para droga --casi el 100% de los delitos de menores tienen relación con ella--, o para salir y jugar en cibercafés.

"Este dato me ha alarmado, pues se contempla en estos 45 casos incluso la habitualidad recogida en la reforma del Código Penal. Por eso intentaremos que se vean en juicios rápidos". Gandolfo aseguró que hoy, todos los chicos conflictivos que pasaron por el centro Marcelo Nessi están en prisión o tienen condenan. Entre otras razones, porque si no se actúa con las familias mientras ellos están ingresados, vuelven a un ambiente de padres en prisión, drogas o prostitución", dijo la fiscal.