Como cada 2 de noviembre, la Brigada Extremadura XI rindió ayer homenaje a los militares fallecidos en Badajoz antes y durante la Guerra Civil y a los que murieron en la epidemia sufrida entre 1915 y 1919 con un sencillo acto en el cementerio de San Juan.

Tras depositar sendos ramos de flores en los dos cuadros militares --donde reposan los restos de más de 180 soldados--, se llevó a cabo una ofrenda floral en el monolito dedicado al soldado desconocido, en el que el coronel Martín Francisco Expósito y la concejala de Cementerios, Dolores Beltrán, colocaron una corona. Bajo la estatua se encuentra un osario con los restos de otros 109 militares muertos.

El acto contó con el piquete de honores con corneta del Grupo de Artillería, así como una comisión militar integrada por oficiales y suboficiales en representación de cada una de las unidades que forma parte de la Base General Menacho, cuyo capellán ofreció un responso.

Ayer también se oficiaron en los dos cementerios de la ciudad sendas eucaristías con motivo del Día de los Difuntos. El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, presidió la misa en el camposanto de Nuestra Señora de la Soledad.