El Ministerio de Fomento no asumirá la rehabilitación del Edificio Metálico. Esta actuación fue anunciada en el 2006 por la entonces titular del ya extinto Ministerio de Vivienda, María Antonia Trujillo, que firmó un protocolo con la Universidad de Extremadura (Uex) en el que se comprometía a que su departamento ejecutara y financiara la recuperación de este inmueble. Este mes se han cumplido siete años desde que se rubricó el acuerdo y el antiguo mercado de abastos, declarado Bien de Interés Cultural hace solo unos meses, sigue esperando su recuperación mientras su deterioro se acentúa.

La Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo explicó que el protocolo que se firmó en el 2006 suponía "tan solo una declaración de intenciones", lo que no conlleva ningún compromiso jurídico vinculante para la Administración, y que cuando se formalizó se crearon expectativas "sin tener en cuenta la disponibilidad presupuestaria existente en ese momento". Entonces, la inversión prevista para devolver a su estado original este inmueble y convertirlo en la construcción representativa de la universidad era de 5,2 millones de euros.

El Ministerio de Fomento recordó que se convocó un concurso para la redacción del proyecto de rehabilitación y dirección facultativa de las obras, que fue adjudicado a la Unión Temporal de Empresas Acm Urbex Arquitectura SL por importe de 386.071 euros. Este proyecto fue aprobado técnicamente en mayo del 2010, pero las obras no se licitaron por la falta de fondos en ese ejercicio ni en los siguientes, por lo que la Subdirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo procedió al "archivo" de esta actuación.

El Edificio Metálico se trasladó al campus universitario desde la plaza Alta en 1977. Aunque durante años se le dieron distintos usos, el deterioro del inmueble --asentado sobre un semisótano-- ha ido en progreso hasta el punto de no poder acoger ningún tipo de actividad por su precario estado. Entre las principales deficiencias, destacan los problemas estructurales --mermas de sección y oquedades en el arranque de las pilastras-- y en la cubierta, repleta de goteras.

La carpintería exterior también sufre importantes desperfectos, igual que el sótano, con techos y paredes desprendidas a causa de la humedad. Aunque no existen síntomas de que la estructura esté cediendo, en la Universidad de Extremadura sí son conscientes de que el tiempo es un enemigo para esta construcción, uno de los pocos ejemplos que quedan en la región de la arquitectura en hierro característica de finales del siglo XIX y principios del XX.

Cuando la Uex dejó de tener noticias de este proyecto intentó en diversas ocasiones que se retomase, aunque sin éxito. Este diario solicitó su opinión con respecto al hecho de que el Ministerio de Fomento haya descartado la actuación y la posibilidad de que se buscasen otras vías de financiación, pero no ha obtenido respuesta.

Con la rehabilitación del Edificio Metálico no solo se lograría poner en valor un edificio emblemático, sino que su recuperación permitiría a la universidad disponer de un nuevo espacio. Según recogía el proyecto, el 90% de la primera planta se convertiría en un gran salón de actos con capacidad para unas 500 personas, junto al que se ubicaría una pequeña sala de exposiciones. El espacio del sótano se iba a repartir entre oficinas y una sala de reuniones para el Consejo de Gobierno de la Uex y para recibir a las distintas personalidades que visitan el campus.

Dado el estado del inmueble, de nada servirían pequeñas intervenciones, pues las patologías que presenta son de tal envergadura que su consolidación y recuperación exige una actuación integral.