El I Plan de Infraestructuras Educativas iniciado por la Consejería de Educación el pasado mes de noviembre, dotado con 1,5 millones para reparar deficiencias en 73 centros de la región, llegará a nueve colegios de la ciudad, en los que se invertirán 220.643 euros.

Concretamente se actuará en el IES San Roque, donde arreglarán las goteras en la cubierta y los aseos en la planta baja; en el IES Nuestra Señora de Bótoa, se reparará la acometida de agua potable; en los colegios Segura Covarsí y Santa Engracia demolerán la solera de los patios infantiles; en el San Fernando y el Santa Marina harán reformas en la electricidad; en el Juan Vázquez se cambiará la caldera de la calefacción, y en el Enrique Iglesia prevén realizar una nueva estructura metálica y hacer el aislamiento térmico.

Ante la ausencia de grandes obras para el 2012, la consejería se ha precipitado para atender de forma "urgente" las deficiencias que sufren algunos centros educativos que afectan a su actividad diaria y que han sido reclamadas por profesores y padres de alumnos, según explicó cuando presentó este plan el secretario general de Educación, César Díez Solís.

De esta forma se dará respuesta a los padres del colegio Lope de Vega, que el pasado mes se concentraron a las puertas del centro para exigir el arreglo de las humedades que soportan desde hace cuatro años en dos aulas de Infantil, y que obligó a principio de curso a clausurar una de ellas.

JUEGOS INÚTILES

También se posibilitará que los alumnos del Santa Marina puedan utilizar su recién terminado gimnasio, para lo que será necesario hacer una nueva acometida de electricidad, que ahora es insuficiente para atender las necesidades de las nuevas instalaciones.

La inversión media en cada obra ronda los 21.500 euros, salvo en algún caso, como la obra en el Lope de Vega, que se aproximará a los 40.000 euros.

Algunas de las actuaciones ya han comenzado, como la demolición de solera en el colegio Segura Covarsí, donde las máquinas trabajaban la pasada semana para eliminar el suelo del parque infantil que durante un año ha estado precintado e inutilizado por el desacuerdo de la Junta de Extremadura con la empresa que instaló los juegos infantiles, porque estos no cumplían los requisitos exigidos. En esta situación se encuentran otros 52 centros de la región.

"En nuestro colegio los pusieron con la solería inclinada 40 centímetros, por lo que los columpios no mantenían la verticalidad", según Santiago Fernández, director del Segura Covarsí, quien explicó que ha sido "algo aberrante. Los niños miraban con ojos golositos los columpios y me preguntaban porqué no se podían usar". De momento, le han comunicado "que a corto y medio plazo me olvide del parque", según señaló.