El sacerdote de 67 años, detenido el 14 de noviembre, acusado de un presunto delito contra la libertad y la integridad sexual por proponer sexo a un menor a cambio de dinero --el día 9 de noviembre--, es «inimputable, según los informes forenses», debido a su estado, por padecer una enfermedad mental, motivo por el que el juzgado que instruye la causa contra él ha «suspendido sine die la toma de declaración por el juez», que estaba prevista para hoy, según afirmó el arzobispo de Mérida y Badajoz, Celso Morga.

Así mismo, el arzobispado, que ya desveló que «carecía de funciones pastorales desde hacía años», ha iniciado los trámites ante Roma para desposeerlo de su condición de sacerdote. Mientras tanto, ha salido de la residencia que tiene la iglesia en Antonio Masa Campos, en Badajoz, y se encuentra en otra también religiosa fuera de la ciudad.

Dicha fuente desconocía hasta cuándo se mantendrá la suspensión del acto de declarar ante el juez, pues la causa sigue adelante, al menos de momento.

La policía detuvo al sacerdote cinco días después de que un profesor del centro escolar en cuyas inmediaciones detectó el suceso, lo denunciara. El joven contó a la policía que le había propuesto sexo a cambio de dinero. Una vez detenido y tras declarar, quedó en libertad con cargos. El arzobispado afirmó entonces «se encuentra desde hace años retirado y sin función pastoral».