La comunidad musulmana no tiene allanado el camino para conseguir un espacio en el cementerio de La Soledad de Badajoz, como confía el imán, Adel Najjar. Ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso, se pronunció por primera vez sobre esta reclamación tras la firma del protocolo de la Consejería de Sanidad que resuelve el escollo sanitario y lo hizo en sintonía con las declaraciones realizadas hace una semana por el portavoz del equipo de gobierno, Ignacio Gragera. Fragoso no ve «sencillo» que haya un espacio reservado en el cementerio para enterramientos musulmanes, como existen en otras 30 ciudades. «Cada uno tendrá su criterio», señaló Fragoso, quien insistió en que en Badajoaz no puede haber «diferenciaciones».

Aunque Fragoso sigue abierto al diálogo con el imán, ya parte de la base, según dijo ayer, de que el cementerio municipal carece de partes confesionales y lo que deben comprobar es si el rito islámico puede «encajar» en la gestión de un cementerio civil, donde no hay espacios exclusivos para cada religión. «A partir de ahí, en la medida en que podamos compatibilizar el uso de un cementerio civil con la posibilidad de desarrollar un rito, estoy abierto», dijo. El alcalde volvió a poner sobre la mesa el argumento de que en el cementerio hay trabajadores hombres y mujeres que no tienen restricciones a la hora de realizar su labor, como si eso fuese un obstáculo para los musulmanes. Sin embargo, el imán ya aclaró que los ritos islámicos no hacen ninguna diferenciación por sexos en las inhumaciones. A este respecto, Fragoso añadió que si todas las dudas quedan resueltas, no habrá problemas, aunque sigue viendo «dificil» reservar un espacio específico en el cementerio para una confesión.

Respecto a la reunión que ha pedido el imán, Fragoso se limitó a señalar que se celebrará «en estos días».