«Estoy profundamente satisfecho con el primer año de legislatura del primer gobierno de colación en la historia de la ciudad, coincidiendo con el primero también de coalición del Gobierno central», respondió ayer a los periodistas cuando le pidieron una valoración. Y añadió que «estoy satisfecho con el resultado del encaje y de ver cómo todos los trabajadores y los tres grupos que lo han sustentado han encajado y han ido trabajando».

Manifestó que «es un año difícil de valorar dado que la pandemia lo absorbe todo desde el punto de vista emocional y de intensidad de trabajo». Pues, dijo que «comenzó de forma peculiar» ante la expectación de ver cómo funcionaría; que «es verdad que el 80% del equipo no había sido nunca concejal, pero han demostrado que enseguida han cogido el pulso y trabajan a velocidad de crucero, reactivando temas estratégicos de la ciudad».

Destacó el inicio con la inauguración de Monliz en la plataforma logística y «acabar el año con otras noticias que apuntan a un desarrollo interesante». Señaló que «ha sido un año muy interesante hasta que llegó la pandemia». Y repasó las medidas adoptadas en este tiempo, «no solo sanitarias, sino al inyectar 1,8 millones a los servicios sociales, para los más necesitados»; el plan de reactivación de la ciudad y acelerar la actividad económica con la licitación de obras y servicios públicos «inyectando 20 millones en licitaciones en el segundo semestre».

Sobre la situación del grupo de Vox en el próximo pleno, dijo, una vez más, que «el ayuntamiento aplicará la ley». Y como hay un recurso en marcha del concejal sobre su expulsión del partido, dijo que «como partido no entro; administrativamente, se hará lo que diga el juez».