NACIMIENTO MERIDA, 1953

ESTADO CASADO, DOS HIJOS

FORMACION FILOLOGIA

PROFESION FUNCIONARIO DE LA DIPUTACION

OCUPACION ACTOR DE TEATRO Y CRITICO, EDITOR, DIRECTOR DEL LOPEZ DE AYALA, CONCEJAL Y AHORA CONSEJERO DE CULTURA

Tiene 52 años, cree en el potencial de Badajoz y dice que solo falta que sus ciudadanos crean en sí mismos. Francisco Muñoz Ramírez, consejero de Cultura, es el candidato del PSOE para disputar la alcaldía a su actual inquilino, Miguel Celdrán.

--En el 95 salió concejal, ¿saldrá ahora alcalde? ¿Se ofreció usted o le han convencido?

--En el 95 la situación era muy dura, había llovido mucho; me pidieron ir en las listas y acepté; enseguida accedí a la consejería. Ahora me presento para ser alcalde y gobernar. Y la decisión es mía. He tenido el apoyo de todos los órganos del partido, pero decidí yo.

--¿Está Badajoz por un cambio? ¿Qué le parece su oponente, el alcalde actual?

--Se percibe en la calle y en los estudios de opinión: la gente quiere cambio. De Celdrán me parece lo que él ha dicho, que está cansado, que ha vivido en una institución muerta y que no está para muchas bromas.

--¿Qué se juega el PSOE, subir en votos o gobernar?

--Los estudios que tenemos recortan la distancia con el PP y el partido ha ido al alza en las distintas convocatorias. Hay dos escenarios: ganar o que el PP pierda la mayoría absoluta. En los dos tenemos buena posición para gobernar. Nosotros somos partido de gobierno y queremos ganar con nuestras propuestas y la ilusión que despertemos en los ciudadanos. Quedan siete meses y la distancia con el PP es salvable, hay una perspectiva realista para ganar el sillón municipal.

--¿Si pierde permanecerá los cuatro años en la oposición?

--Por supuesto. Como demócrata aceptaré el veredicto de los ciudadanos, pero mi perspectiva es ganar. Lo que no sé es si el candidato del PP aguantará cuatro años en la oposición.

--¿Qué ofrecerá a los ciudadanos? ¿Cómo ve usted la ciudad?

--Hacer visible toda la ciudad es hacer importante a Badajoz. Hacer visible Badajoz para mí es luchar por todos los grandes proyectos, que por cierto, se atribuye el PP, pero que dependen en gran medida del Gobierno central y del autonómico. También lo es que nos sintamos orgullosos no sólo de las partes más sobresalientes, históricas y vistosas, sino del Gurugú, San Roque, Castelar o Valdepasillas. Badajoz hoy está disperso, abandonado. La ciudad funciona por iniciativa de sus ciudadanos; los empresarios no tienen interlocutor porque Celdrán no se atreve a marcar la pauta y eso es así por no molestar a unos u otros.

--¿Cómo valora los 12 años de gobierno del PP y la oposición?

--Han tenido alguna iniciativa pero es evidente que la ciudad demanda un cambio. No quiero ser negativo, pero no hay un proyecto de ciudad, ni un planteamiento de justicia entre las distintas zonas de Badajoz. Sí hay interés por resolver en beneficio propio cuestiones que tienen que ver con el urbanismo.

Y de la oposición, creo que ha habido momentos muy difíciles y una travesía del desierto, pero también una recuperación. A medida que hemos ido recuperando la confianza de los ciudadanos nuestras propuestas han ido calando. Creo que en urbanismo se ha hecho un trabajo rozando lo brillante.

--¿Qué posibilidades ve en Badajoz, cómo debe desarrollarse y qué carencias tiene?

--Es una ciudad grande y tenemos que creernos que es importante, el enorme potencial que tiene, no por la situación estratégica, que suena grandilocuente, sino que tiene un bien escaso y maravilloso, el agua, en un marco realmente espléndido; eso no se aprovecha y hay que situarlo en todos los planos como nuestro proyecto de futuro. Tiene todas las condiciones para ser una ciudad feliz.

Las carencias son políticas, de ideas. El alcalde y su equipo trampean con intereses particulares que se han denunciado con nombres y apellidos. Y ya es un tiempo agotado. Uno se da cuenta de cuando una ciudad funciona: los contenedores no agreden, hay información, la ciudad transmite sus vibraciones, no sólo en el meollo, sino en San Roque o en la margen derecha y eso no existe. Está el ejemplo de los empresarios, pero Badajoz tiene uno de los niveles asociativos más altos de España, más de 900 asociaciones, eso es un potencial tremendo. En el plano creativo y cultural Badajoz es una ciudad muy oculta y eso hay que saberlo traducir, entre los jóvenes se mueven unas corrientes muy interesantes en el mundo de la música y de la plástica.

--¿Cree que Celdrán tiene cogido el tranquillo a la ciudad?

--Creo que ha perdido pie; ha dicho que se siente cansado y yo procuraré satisfacer su interés.

--Hay proyectos como el casco antiguo, la alcazaba, el río, el AVE, plataforma logística, que son importantes, pero ¿no se necesita algo más?

--Me encanta hablar de los grandes proyectos y creo que debe lidearlos el ayuntamiento, pero ¿qué concejal lleva la plataforma logística? El señor Celdrán no quiere romper el hilo finísimo que aún une al equipo de gobierno. Falta liderazgo y eso no significa que la recuperación del Guadiana y otros proyectos no tengan que hacerlos otras administraciones. Falta preparación de la ciudad para todo lo que se avecina.

Esta es una gran ciudad y necesita un descentralización, que todos los ciudadanos tengan los mismos servicios y la burocracia no entorpezca el desarrollo. La ciudad se tiene que descentralizar en cinco distritos con centros cívicos, sociales y servicios completos.