-TN-to hay fuente más famosa en Badajoz que la dedicada a la princesa portuguesa que llegó a ser Reina de Castilla, es decir, Isabel de Barcelos, más conocida como Isabel de Portugal. Y no se ha hecho famosa por su espectacular chorro o sus impresionantes dimensiones, sino por la cantidad de coches que acaban empotrados contra ella.

Todavía recuerdo aquella letrilla que los míticos Agüitas, disfrazados de Luis de Morales, le dedicaron a la dichosa fuente. Allá te vé, tu Manué/ que te has metío de lleno en tó la fuente/ y me he roto los dientes/ ¡coño! contra el cristal./ Pu eso no es na, tú José/ las cintas de Camela y la de los Chichos/ me se han mojao enteras/ y están toas escoñás./ Carabiruvi, Carabiruva/ m´entallao la polla/ entre la guantera/ y el cigüeñal .

Se trataba de una canción para hacer reir a la gente, pero también para denunciar una situación que años después sigue ocurriendo en la ciudad.

Que, cada dos por tres, un coche acabe pegándosela contra una fuente, puede ser una noticia hasta divertida y curiosa. Sin embargo, es fácil imaginar que ni para el accidentado ni para las resentidas arcas municipales, sea así.

Muchos achacan esta paradójica situación a la ecuación: velocidad+coche+alcohol = fuentazo, pero hay muchas otras rotondas en la ciudad transitadas por conductores un poco ´pasaos de rosca´ y no acaban, con tanta asiduidad, chocando contra el mismo sitio. Con lo cual habrá que ir más allá en la búsqueda de una solución y pensar que algo de culpa puede tener el propio vial, que no digo yo, la pobre fuente.

Por eso es una buena noticia que el Ayuntamiento vaya acometer, por fin, una pequeña obra en la carretera para modificar la entrada desde Olivenza. Y ojalá sea ésta la solución, porque el siguiente paso no quiero ni imaginármelo. Desde quitar la fuente hasta desviar el acceso por el cementerio, con el mal rollo que eso daría. O lo mismo comenzamos a pensar que es un maleficio que nos echó la princesa portuguesa por habernos quedado con Olivenza.