El cuidado de los monumentos de Badajoz sigue siendo irregular. Mientras la Junta se centró en la rehabilitación de Puerta de Palmas, el puente del mismo nombre, la catedral, o el ayuntamiento aborda la torre de Espantaperros, hay otros que permanecen en el olvido, como el fuerte de San Cristóbal, que de optar a parador de turismo, ha vuelto a convertirse en un estercolero y, como los caminos de acceso al mismo, en un vertedero de ripios.