La fuga en una conducción de gas natural en la avenida Ricardo Carapeto, esquina con la calle Faisán, en la barriada de San Roque, obligó ayer a desalojar varios bloques de viviendas y una decena de comercios cercanos al lugar donde se produjo, así como a cortar el tráfico rodado en un tramo de esta vía durante cerca de dos horas.

La fuga de gas se originó alrededor de las doce de la mañana, cuando operarios de la empresa del servicio de agua, Aqualia, se encontraban reparando un reventón en la red de abastecimiento a la altura de número 91 y, por accidente, perforaron una tubería de gas natural de 30 milímetros de diámetro, que se encuentra unida al colector, durante los trabajos de excavación.

Fueron los trabajadores de la concesionaria, según explicaron fuentes del parque, los que alertaron de lo ocurrido tras percatarse del fuerte olor a gas, que llegó a ser perceptible desde 200 metros a la redonda. Los bomberos, que llegaron los primeros al lugar, se ocuparon de avisar a los vecinos de los pisos más cercanos para que cerrasen puertas y ventanas y de aconsejar a los responsables de los negocios próximos que echasen el cierre en sus establecimientos mientras se controlaba la situación. También cortaron al tráfico rodado y al paso de transeúntes un tramo de la avenida ante el riesgo de que se produjera una inflamación de la fuga.

Al lugar se desplazaron ocho bomberos, una sargento, un cabo y un suboficial --todos los efectivos que estaban de guardia ayer--, con dos autobombas. Una vez que las policías local y Nacional acudieron a la zona, se hicieron cargo del control del tráfico y movimiento de personas en este tramo, y se amplió el perímetro de seguridad inicial marcado por los bomberos

TRES BARES / Cuando los técnicos de la empresa de gas llegaron al lugar, tras comprobar la concentración de gas con un exposímetro para garantizar que no se produjera una explosión, procedieron a despresurizar la tubería, que emitía 3 bar hasta medio bar, concluyendo con el pinzamiento de la conducción, según explicaron fuentes municipales, que emitieron una nota de prensa una vez que la situación se dio por controlada.

Los bomberos, ante la posibilidad de que la fuga se inflamase, montaron lo que se denominan «tendidos de agua». Así, se posicionaron en distintos puntos con las mangueras listas para actuar de inmediato en caso de que fuese necesario. Afortunadamente el incidente no fue a más y se quedó en un susto.

Fuentes de Aqualia señalaron que la perforación en la tubería del gas se produjo mientras sus operarios trataban de reparar uno de los dos reventones en la red de abastecimiento de agua que se habían producido horas antes en la avenida Ricardo Carapeto y que obligaron a interrumpir el suministro a los vecinos de los edificios situados entre las calles Faisán y Bilbao, para evitar la pérdida de agua y poder sustituir la conducción. El primero, que tuvo lugar sobre las diez de la noche del domingo, se originó a la altura del número 83, en la esquina con la calle Cleto Acero Pérez, donde, de forma fortuita, se rompió una tubería de fibrocemento de 150 milímetros de diámetro. En este caso, la fuga no interfirió en los trabajos de reparación y el suministro se restableció sobre las tres de la tarde de ayer.

El segundo reventón, a la altura del número 91 de Ricardo Carapeto, se produjo, también de manera fortuita, de madrugada, y hubo que esperar a que se reparara la conducción de gas para proseguir con los trabajos en el tramo afectado de la red de abastecimiento.