Es cierto que, como dice el concejal Monterde, fue el PSOE el que privatizó el Servicio de Aguas, y que quizás no fue acertado --eso no lo dice--. Es una obviedad convertida casi en el único argumento del equipo de gobierno ante cualquier crítica. Aparte de algunos datos, que las más de las veces sólo los aporta tras alguna acusación, cuando no son erróneos --habrá que presumir que no los da mal adrede o manipulados--. Como con el IVA de las obras del Plan Director, o al salir al paso de los datos sobre la subida de tarifas y los costes del agua que, a pesar de las diferentes lecturas, resultan ciertos. Como es cierto que el ayuntamiento está obligado a cumplir el pliego de la concesión --que tampoco fue muy riguroso y parece que se hizo acuciado por la necesidad o la inoperancia del momento--. Pero siete años de gobierno deberían de dar para algo más que para estar en una delirante fuga continua --las razones de los populares no aclarar las dudas planteadas-- y echar culpas al PSOE, que las tendrá, y pagadas al perder las elecciones. Se supone que al PP lo eligieron para no cometer los mismos errores, pero lo hace. Y También de eso culpa al PSOE. Todavía estar por ver que algún cargo del PP asuma alguna responsabilidad en su propia gestión.