Fundación Triángulo Extremadura está colaborando con un grupo de activistas de Camerún denominado Adefho con el objetivo de apoyar la labor que desarrollan en el país africano para erradicar la discriminación y vulneración de derechos que sufre el colectivo de gays y lesbianas. En Camerún, la homosexualidad está penada con sanciones económicas y con hasta 5 años de cárcel, que podrían elevarse a 15 años si prosperan los planes del actual ministro de Justicia.

La colaboración con Adefho se enmarca dentro de las acciones que Fundación Triángulo Extremadura desarrolla en materia de cooperación al desarrollo, campo en el que trabaja desde hace 7 años con la puesta en marcha de proyectos América Latina y, en los últimos tres años, en Africa. Los tres ejes de actuación son: la sensibilización; la presión a las autoridades políticas de los países del Norte para que se apoye la revocación de las leyes que castigan a los homosexuales; y el trabajo con los grupos locales que luchan contra la criminalización de este colectivo.

El presidente de Fundación Triángulo, José María Núñez, y la técnico en cooperación al desarrollo del colectivo, Silvia Tostado, comparecieron junto a Stefhane Koche, uno de los miembros de Adefho, que ayer por la tarde participó en un coloquio en el cafetín del López de Ayala para hablar sobre la situación de los homosexuales en su país. Koche contó que solo en la capital de Camerún hay 7 personas encarceladas por ser gays, pero son muchos más los casos que su organización ha atendido desde que se creó en el 2003. Adefho presta asistencia jurídica y material --las familias suelen desentenderse de ellos--, mientras promueve acciones para que la ley que castiga a los homosexuales sea eliminada del Código Penal.

Aunque la situación en su país es compleja, Koche mantiene la esperanza de que esa realidad cambie. Para ello pidió la colaboración de todos en una campaña de recogida de firmas a través de la página web www.allout.org , que exige que se acabe con la criminalización del colectivo homosexual.

Hoy día, en 70 países (30 africanos) la homosexualidad y la transexualidad están penadas y en 5 de ellos se aplica la pena de muerte.