Perplejo» dice estar el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ante la propuesta del alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso, de que el centro de salud de Los Pinos se reubique en el edificio del Hospital Provincial, que está en pleno proceso de rehabilitación, en su primera fase. «No tiene ni pies ni cabeza», sostiene Gallardo en declaraciones a este diario, pues aduce que es «inviable» desde el punto de vista económico.

Gallardo explica que la parte del inmueble donde ya estuvo el centro de salud se encuentra «en ruinas», ya que durante diez años fue desvalijada por los vándalos, «que no dejaron ni un metro de cobre» y habría que demolerla entera, conservando la fachada, una actuación que está cuantificada en 800.000 euros, sólo para demoler el espacio que ocuparía. «Al final valdría más el collar que el perro», apunta y así se lo ha trasladado a la Consejería de Sanidad. Aunque esta obra de derribo habrá que acometerla para la rehabilitación del edificio, «se podrá hacer con una colaboración pública y privada» de forma que las empresas que gestionen el espacio asuman el coste.

Frente a su postura, Fragoso defiende esta opción porque considera que esta ubicación es equidistante en el área que abarca este centro de salud y con él coincide la Asociación de Vecinos de Pardaleras. Pero, en opinión del presidente de la diputación, el motivo que lleva al alcalde a lanzar esta propuesta «es la confrontación» para «desviar la atención» en lugar de solucionar el problema. «Me parece triste que siempre se tenga que fijar la mirada en la Diputación de Badajoz para la confrontación, cuando lo único a lo que contribuimos es a prestar servicios a la ciudad», lamenta. Lo que más «sorprende» a Gallardo, según manifiesta, es que «cada vez que hay que hacer una infraestructura en Badajoz siempre se piensa en el Hospital Provincial, como si no existieron otros edificios en la ciudad que pudieran ser de propiedad municipal». Niega además que la diputación haya descartado el centro de salud «por capricho», como dice Fragoso, sino que defiende que «hay que ser coherente» con el proyecto de recuperación que ya se está ejecutando con una inversión de 2,5 millones de euros y que fue fruto de un acuerdo entre el ayuntamiento y la propia diputación para definir los usos de este edificio, entre los que se descartó el sanitario, de forma «consensuada». No entiende por lo tanto que cuando ya está resuelto el destino de este inmueble, se vuelva a abrir el debate.

lo que se acordó / En este sentido, recuerda que la decisión fue que el edificio albergue un mercado gourmet, la Biblioteca de Extremadura y la escuela oficial de idiomas. Apunta además que «en estos momentos la ocupación del espacio en rehabilitación es máxima» y sería «una auténtica barbaridad pues supondría romper el proyecto que se está ejecutando y tirar el dinero público».

Sobre qué alternativa considera más viable, el presidente de la diputación pacense defiende la del grupo municipal socialista, que propone la construcción de un nuevo centro de salud en El Campillo, porque «es más coherente y fundamentalmente más barata». Gallardo calcula que habilitar el centro de salud en el antiguo hospital costaría tres o cuatro veces más que construirlo nuevo.