"Hay ambiente para uno, dos, tres y cinco días de huelga", manifestó Emilio García Cancho, juez decano de Badajoz, en relación al paro convocado para el 20 de febrero por las asociaciones de jueces y fiscales --excepto la Profesional de la Magistratura y la Asociación de Fiscales--.

La Junta de jueces se reunirá el jueves 13 e invitarán a los fiscales, "y los compañeros decidirán libremente si irán o no a la huelga". Desde su punto de vista, la huelga está más que justificada, "es lo que nos queda, porque el ministro de Justicia se carga la independencia judicial, quiere jueces borreguiles".

Con la reforma que pretende el ministro, los jueces dependerían del ejecutivo; "es un modo de control: inspección, jornada, estatutos, un control total".

García Cancho aclaró que con lo que pretende el ministerio, se perdería capacidad y decisión a la hora de abordar casos de corrupción como los que se están investigando; todo lo se está haciendo es por la independencia de los magistrados; que de otro modo, puede haber quien no se atreva, dijo, cuando precisamente ayer, los jueces decanos de España se adherían a un manifiesto anticorrupción. Y aclaró que "los fiscales se basan en el principio de jerarquía, con el fiscal general del Estado a la cabeza, y los jueces son el único verso suelto; ahora quieren controlarlo".