Un grupo de gitanos, todos ellos jóvenes, respaldaron ayer en el salón de plenos del ayuntamiento en representación de los gitanos de Badajoz un manifiesto con el que, como conclusión, reclamaban que no se les juzgue por las apariencias ni por lo que se diga o se oiga sobre la comunidad gitana. "Conócenos antes de juzgarnos , decía el manifiesto, que fue leído por Emilia Vázquez, presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Romis Calis, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de Pueblo Gitano.

En Badajoz viven alrededor de 3.000 personas de esta etnia. Junto a Emilia estaban otros miembros de la asociación El Candil, del Programa de Desarrollo Gitano y de la Fundación Secretariado Gitano.

Todos los presentes demandaron que "por encima y antes de cualquier adscripción étnica, cultural o regional somos personas normales y naturales como tú, que comparten espacios, ilusiones y aspiraciones". Y reclamaron que no se les culpe a todos de lo que haya hecho una minoría. "Los gitanos hemos cambiado mucho y no somos como generalmente se nos presenta o la gente imagina", dijeron y terminaron pidiendo a los medios de comunicación que no generalicen cuando sucede algún hecho negativo "en el que por desgracia esté presente algún miembro de nuestro pueblo".

Junto a ellos estaba la concejala de Servicios Sociales, Cristina Herrera, quien leyó otra declaración para recordar "que aún es largo el camino que todos debemos recorrer para que el pueblo gitano sea sujeto pleno de las obligaciones y derechos que contempla nuestra Carta Magna". Según defendió la concejala, es necesario "romper definitivamente con el viejo prejuicio de que los gitanos no se quieren integran y no quieren cambiar".