Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos», manifestó ayer José Luis Gómez Salinero citando al extremeño Donoso Cortés, en el acto de toma de posesión como jefe de la Zona III de la Guardia Civil, de Extremadura, en sustitución de Francisco Espadas. Juró el cargo ante el presidente Fernández Vara; la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco; y el jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, Fernando Santafé Soler, asumiéndolo como «un privilegio, con gran responsabilidad y como todo un reto que afrontaré con abnegación», afirmó.

Gómez Salinero, quien llega con una extensa e intensa trayectoria profesional --servicios, humanitarios, seguridad ciudadana, lucha antiterrorista, vigilancia de costas y fronteras, o misiones en el exterior--, anunció que dedicará sus esfuerzos a «garantizar «el cumplimiento de misiones que la Constitución y las leyes encomiendan a la Guardia Civil y especialmente aquellas que en Extremadura cobran relevancia y prioridad».

Abogó por la adaptación a las realidades de nuevos riesgos y amenazas de una sociedad moderna, atención y cercanía al ciudadano, con disposición al diálogo con todas las instituciones y la colaboración con otros cuerpos de seguridad, incluidos los portugueses.

Consideró el jefe de la Zona III que «las únicas piezas irreemplazables y el mejor activo del cuerpo» son sus miembros, guardias y oficiales, a quienes pidió complicidad y prometió mejorar sus condiciones laborales.

DELINCUENCIA / Señaló que prestará especial atención a la delincuencia multirreincidente en materia de narcotráfico, crimen organizado, ciberdelincuencia, amenazas terroristas, violencia de género, seguridad vial, y a la protección del medio ambiente y la riqueza cultural y patrimonial de la región.

También tuvo palabras de recuerdo para los familiares de las mujeres desaparecidas Manuela Chavero, de Monesterio, y Francisca Cadenas, de Hornachos. prometiendo continuar con las investigaciones «sin escatimar esfuerzos y recursos».

Además, abogó por no conformarse con los datos de criminalidad más bajos de España en la región, y por responder a los nuevos retos «con cualificación, especialización y los medios más avanzados, para una actuación coordinada con otros actores».