Con permiso de doña Cuaresma voy a aprovechar que aún estamos en la semana que enterramos la sardina, para dedicarle esta columna a Don Carnal, que este año se ha portado. Toca hacer balance. Y yo lo resumiría diciendo que muchos pacenses han vuelto a reconciliarse este año con la fiesta más importante de su ciudad. Sobre todo porque hemos vuelto a vivir un auténtico Carnaval de calle.

Es cierto que acompañaron las buenas temperaturas de día y la ausencia de lluvia por la noche. Pero también es importante valorar el acierto en las decisiones que se toman desde el ayuntamiento, encargado de su organización, para potenciar esa situación. El magnífico ambiente que se vivió el sábado a mediodía en San Francisco, con familias enteras y grupos de amigos disfrazados y haciendo picnic al ritmo de la música de los artefactos fue una prueba de ello. Estoy segura de que es una actividad que ha consolidado en la programación del Carnaval de Badajoz. Siempre, claro está, que los vecinos no protesten demasiado por el ruido. Porque, sin duda, aquellos que lo han hecho en el Casco Antiguo, muchos o pocos, le han ganado ‘la guerra’ al Carnaval. Sin música en la calle la gente prefirió, un año más, no subir hasta una de las zonas emblemáticas históricamente de la fiesta.

Ha sido un gran Carnaval. Y se lo he escuchado decir, incluso, a los partidos de la oposición. Y ya es raro. Este año se acertó de lleno con el pregonero. Un Carlos Latre es la línea. Hay que huir de sentimentalismos localistas y darle al pregón la dimensión que debe tener una fiesta que aspira a seguir creciendo. Y siempre habrá elementos que mejorar. Organizar una fiesta tan participativa no es fácil. El reto tiene que seguir siendo atraer cada vez a más gente. Y hay que darle una solución a la limpieza. Da mala imagen y limita el disfrute de los ciudadanos. Lo mismo con más urinarios y que se mantuvieran limpios con la contratación de personas para ese cometido; la instalación de papeleras más grandes y que la empresa encargada de la limpieza actúe antes y mejor, algo se mejora.