Un espectacular incendio ocurrió ayer en un piso de la octava planta, la última, del bloque del Perpetuo Socorro que hace esquina en la plaza de Isabel de Portugal, en el número 1 de la avenida Sinforiano Madroñero. A pesar de la magnitud del siniestro, que movilizó a diez bomberos, policía local y Nacional y provocó la atención de viandantes y conductores, no hubo que lamentar ningún daño personal, aunque dos estancias de la vivienda afectada quedaron prácticamente arrasadas y el resto, muy afectadas por el humo.

En el momento del siniestro en el piso había cuatro mujeres: Margarita D. G., sus hijas A. y M., y la empleada de hogar, Manuela L. El fuego se inició sobre las 12.50 horas en una salita, donde estaban las dos adolescentes viendo la televisión en un sillón reclinable, cuando de repente empezaron a sentir calor en la espalda. También la empleada percibió el resplandor y comprobaron que estaba ardiendo la parte trasera del sillón. Intentaron apagar el fuego, primero con agua y luego con dos extintores, pero no lo lograron. Al parecer, el origen pudo estar en una sobrecarga de tensión de un enchufe, aunque los bomberos seguían ayer investigando.

RAPIDEZ Las llamas salían de la ventana principal como una bocanada. Este piso se encuentra justo en la rotonda y de lo sucedido pudieron ser testigos numerosos vecinos de los edificios del entorno, que incluso tomaron imágenes. El servicio municipal de extinción de incendios acudió inmediatamente y controló rápidamente el fuego, aunque tardaron más en sacar el humo, que siguió saliendo por las ventanas. En el suelo se veían restos de cristales y algunos cascotes.

Muchos vecinos de los pisos inferiores y del bloque medianero optaron por salir a la calle, como medida preventiva, sobre todo los de mayor edad.

Finalmente sólo se produjeron daños materiales. Todos comentaban que podía haber sido una tragedia. De hecho, el camión de los bomberos no pudo aproximar la autoescala al inmueble siniestrado, que está separado de la avenida por un extenso jardín bordeado por un muro de hormigón infranqueable. El suboficial, Juan Carlos Lima, explicó que se plantearon romper el pretil pero no pudieron, por lo que aconsejaron a los vecinos que deben habilitar una entrada en previsión de futuros siniestros. Un testigo se quejaba de que el tiempo empleado en arrastrar las mangueras hasta el edificio "es tiempo perdido".

El jefe del servicio, Fernando Bermejo, reconoció que de ninguna manera los bomberos de Badajoz hubieran llegado con la autoescala de la que disponen a la altura del octavo piso, "en edificios de este tipo no seríamos capaces de llegar para hacer un rescate por la fachada", señaló. Este inmueble además carece de escalera de incendios, pero fue construido en 1985 y en aquel momento cumplía la normativa vigente en materia de prevención de incendios.