El agua y el granizo que cayeron durante más de media hora, entre las 17.30 y las 18.00 de la tarde, colapsaron varios puntos de la ciudad. Las vías más afectadas fueron Antonio Masa Campos y la calle San Sisenando, en el Casco Antiguo, donde los imbornales se atascaron con el hielo, que llegó a alcanzar casi un metro.

En la autopista se inundó un garaje, en la esquina con Juan Nogré y el agua cubría totalmente el único coche que no pudo ser rescatado a tiempo. En San Sisenando, los bajos de una veintena de viviendas se anegaron y el hielo permaneció durante horas formando una montaña que impedía que se pudiera circular por la calle.

El techo de un último piso llegó a desprenderse y su dueño sufrió un golpe en la espalda, sin que se registraran mayores daños personales. Los bomberos y Protección Civil, con todos sus efectivos en la calle, no daban abasto.