En muchas ocasiones, la grúa municipal se ve desbordada por el caso omiso que muchos conductores hacen de los carteles de advertencias que coloca la Policía Local prohibiendo el estacionamiento en vías por las que van a discurrir desfiles o procesiones. Por este motivo se retiraron de las calles el año pasado 424 vehículos.

La Policía Local se queja de la escasa colaboración ciudadana en este sentido, pues ocurre que en muchas ocasiones los carteles de prohibición desaparecen y cada año la cifra crece. Este tipo de retirada no se cobra a los propietarios y los vehículos no van al depósito, sino que los agentes los aparcan en un sitio cercano.