El grupo ICG, participado por una multinacional holandesa, trabaja en un proyecto del que ya ha informado al ayuntamiento de la ciudad, para presentar su oferta cuando salga a concurso la adjudicación del matadero municipal. ICG procede de Galicia, donde acaba de cerrar su sede para expandirse. De hecho trabaja en tres proyectos, uno de ellos el de Badajoz, donde quiere abrir un Centro de Industrialización Cárnica de Alta Tecnología (Cicat) "único en España", según su promotor, Jesús Fernando Ramón Alvarez.

El proyecto supone una inversión de entre 40 y 50 millones de euros, asunción de la actual plantilla de 23 trabajadores, 10 de ellos funcionarios, y alcanzar los 800 empleos una vez funcione la industria ubicada en el polígono industrial El Nevero. Aunque hay cifras que están por concretar, la repercusión económica en la zona se prevé que sea de 70 millones al año.

El matadero municipal, cuya sociedad gestora fue disuelta en un pleno extraordinario el pasado 14 de julio, tiene que salir a concurso antes de fin de año. El ayuntamiento anunció que en septiembre estaría el pliego de condiciones para convocar el concurso de adjudicación, pero aún no ha sido presentado y debe pasar por pleno; una de las cláusulas que tendrá será la de asumir a los trabajadores actuales. Este servicio ha sido deficitario durante los últimos 16 años, aunque nunca cesó su actividad.

Para ICG es importante que el concurso se convoque cuanto antes, "porque tenemos otras ofertas de la provincia y tenemos prisa", aseguró Jesús Fernando Ramón Alvarez. Si bien, el grupo apuesta "por Badajoz, por muchas razones", como las comunicaciones y los servicios que ofrece. Sobre la actual plantilla, afirmó que "cómo no vamos a asumirla si es gente preparada y llegaremos a 800 empleos". E incidió en que cuenta también con la multinacional belga Cedec, que gestiona las inversiones de este grupo familiar de empresas.

El proyecto del grupo ICG contempla el derribo de las actuales edificaciones e instalaciones y construir, sobre la parcela de 25.000 metros cuadrados, 20.000 metros de nuevas dependencias, con una nave en una planta de 20 metros de altura. Las previsiones de negocios se estiman en 200 millones de euros de facturación, con el sacrificio de 350 añojos diarios, aparte de los cerdos que lleguen, y que saldrá todo industrializado en 400.000 barquetas de medio kilo cada una, 200.000 kilos diarios.