Antes de que se anunciara que eran los ganadores sus propios compañeros ya coreaban su nombre. Los Guadalupines somos el futuro se proclamó anoche ganadora del Concurso Juvenil de Murgas del Carnaval de Badajoz. La agrupación del colegio Virgen de Guadalupe, capitaneada por Selu de Los Mirinda y encargada de cerrar las actuaciones, se hizo con el ‘premio gordo’ poniéndose en la piel de murgueros del futuro «que reivindican el Carnaval del pasado, que es el actual». El segundo puesto fue para los Minifolk cablean a todo el mundo, de los Coros y Danzas, y el tercero, para Padre no hay más que uno, del colegio Sopeña. Todos ellos participarán en la convivencia carnavalera en Cádiz.

En la sexta edición del certamen participaron 8 murgas. Desde el instituto de Azuaga, a 150 kilómetros de Badajoz, llegaron los niños del Centro de Educación Infantil Congreso de los Diputados, con babys con los colores de distintos partidos políticos, con cuyos representantes fueron muy críticos. Esta murga abrió el certamen, en el que participaban por primera vez después de que sus profesores, Pablo Rodríguez, de la murga Los Niños, y Manuel García, de Los Peleles, les hayan metido el gusanillo en el cuerpo.

Tras ellos actuaron Los Minifolk cablean a todo el mundo. Disfrazados de androides, salieron al escenario por primera vez sin que ningún adulto los acompañara con los instrumentos. Tienen como mentores a Alejandro Martín, de Al-Maridi, Estefanía Pérez y Cristina García, de Chimixurris, y Gonzalo Borrego, quienes destacaron la implicación de los chicos y sus familias en este proyecto. El siguiente grupo fue Padre no hay más que uno, que cantó «los consejos que los padres dan a sus hijos (representados por muñecos)». Este ha sido su segundo año en el concurso junto a su monitor Marco Cáceres, de la murga Badazoo.

Procedente de Olivenza llegó la Comunidad Diversa de Los Invisibles que, dirigida por Paco Chicote y Víctor Zahínos, centró su repertorio en la mezcla de culturas y la importancia de respetar todas las ideologías y creencias. La mayoría de sus miembros eran debutantes.

También se estrenó el grupo del instituto Zurbarán que, con Roberto López (Los Peleles) como monitor y con el nombre de Los deambulantes, se metieron en el papel de «vendedores de humo», para advertir de que no es oro todo lo que parece. Los del Santo Anggelo, del colegio Santo Ángel, se transformaron en mafiosos de Badajoz y dieron su particular visión de la ciudad. Otra de las murgas que hizo su debut fue la del Reino Aftasí: Los que se jartan de paleta. Disfrazados de alumnos de clase de pintura, incluyeron en su repertorio temas de actualidad y guiños a Badajoz. «Les gusta mucho y según han ido ensayando se ha ilusionado más», comentó José María Regaña, que junto a su hermano Alberto, ambos de Los que se reparten el Testamento, tutelan esta agrupación.