Antonio Núñez, vecino de La Cañada, se enteró por su hijo de que ayer por la mañana abrían las compuertas del azud. No es la primera vez que iba a verlo y sabía que era un espectáculo, por lo que se acercó con su coche hasta este lugar, en la margen derecha, y presenció con otros pocos testigos cómo tres trabajadores de la Confederación Hidrográfica del Guadiana procedían a hacer girar el volante que sube las dos compuertas para dejar pasar el agua con fuerza. Se calcula que salen 7,5 metros cúbicos por segundo.

La maniobra, totalmente rudimentaria pues se hace manualmente, se realizó primero con una compuerta y posteriormente con la segunda, y se prolongó apenas media hora.

La última vez que se hizo fue hace unos diez años. El objetivo es propiciar el descenso del nivel del río y siempre que se ha hecho ha sido para ejecutar obras o reparar averías. En esta ocasión ha sido con motivo de las obras de regeneración de las márgenes del Guadiana y se aprovechará para retirar parte de las colonias de nenúfares mexicanos. La estimación es que las compuertas sigan abiertas dos o tres meses.