Catalina, duquesa de Cambridge, salió el fin de semanas de cuentas en el Palacio de Kensington, mientras el príncipe Guillermo y su hermano Enrique jugaban tranquilamente al polo en Gloucestershire, a más de 100 kilómetros de distancia. Entre tanto, bajo un sol tórrido, los reporteros a la puerta del hospital de St. Mary aguardan bronceador en mano. Algunos llevan casi tres semanas instalados en hoteles próximos.